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PRESENTACIÓN DEL GRAND DEPART DE 2023

El Tour tendrá el inicio más duro de su historia en Euskal Herria

El director del Tour, Christian Prudhomme, fue el encargado de presentar ayer en Gasteiz el recorrido en Hegoalde de las tres primeras etapas de la edición de 2023 sin querer desvelar que Baiona será la meta de la tercera. Destacó que su organización ha querido que el Grand Depart desde Euskal Herria sea el más exigente y bonito en sus 120 años.


El director del Tour, Christian Prudhomme, destacó ayer en el acto organizado en el Palacio Europa de Gasteiz para presentar el recorrido en Hegoalde de las tres primeras etapas de la edición de 2023 que la inicial del sábado 1 de julio, de 185 kilómetros, con salida y llegada en Bilbo, «tendrá 3.200 metros de desnivel, la mayor dureza en una primera etapa del Tour».

Recorrerá la costa vizcaina y tendrá cinco subidas a Laukiz, San Juan de Gaztelugatxe, Morga, Vivero y Pike, dos kilómetros al 9%, 1.200 metros al 11%, que se coronará a once kilómetros de la meta situada tras un último kilómetro que arrancará en el ayuntamiento de Bilbo y presentará una pendiente al 5% para garantizar que el primer líder sea un corredor de gran nivel.

La segunda etapa del domingo 2 de julio también será muy exigente porque presenta 210 kilómetros entre Gasteiz y Donostia, con 2.900 metros de desnivel concentrados en la parte final con las subidas a Udana, Aztiria, Alkiza, Gurutze y Jaizkibel a veinte de la meta.

Prudhomme se limitó a presentar los 130 primeros kilómetros de la tercera etapa del lunes 3 de julio con salida en Zornotza y llegada en Baiona, meta que no quiso desvelar. Se limitó a confirmar el recorrido antes de cruzar el Bidasoa por Irun por toda la costa con las subidas a Trabakua, Milloi, Itziar y Orio y nuevo paso por Donostia.

«El Grand Depart más bonito»

El director del Tour repitió varias veces que «Bilbao es la décima ciudad de España que acoge una etapa del Tour». Elogió a Miguel Madariaga, «que llevó el entusiasmo naranja a las carreteras» y el paisaje vasco: «Por eso hemos querido que el Grand Depart sea el más bonito que ha existido nunca y hemos buscado un recorrido espectacular por las costas que recojan la dificultad del terreno para que los campeones puedan exprimirse desde el primer día».

Prudhomme añadió que «me impresiona el País Vasco, vuestro equipo vasco y los campeones de ayer y de hoy. Bernard Thevenet, ganador del Tour de 1977, me recordaba la etapa de ese año ganada en Vitoria por José Nazabal con el Kas. Yo tenía 15 años y vi ganar un vasco en Vitoria con ese maillot que relacionaba con la montaña del Tour. La primera vez que el Tour salió de Francia fue en 1949 para acabar en San Sebastián con victoria de Louis Caput, que luego fue director de Poulidor. Los vascos han sido protagonistas con el primer maillot amarillo de Errandonea en 1967 en la crono de Angers y victorias desde 1936 (Federico Ezkerra) hasta las últimas de Ion Izagirre y Fraile».

José Nazabal no pudo acudir al acto por dar positivo de coronavirus y sí participaron Txomin Perurena, ganador de la montaña del Tour en 1974 y que recordó que es el único ciclista con vida que ha acabado la prueba en tres escenarios diferentes, Agurtzane Elorriaga, directora del Bizkaia Durango porque fue la primera corredora que tomó la salida en el Tour femenino en 2001 de Bilbo, y Joseba Beloki, último vasco que ha subido al podio final de París.

Doce millones mientras equipos y carreras vascas desaparecen

Las instituciones vascas pagarán doce millones de euros por la salida del Tour de 2023 mientras han desaparecido en los últimos años varios equipos y clásicas como las de Zornotza, Urkiola y Laudio del calendario masculino y la Emakumeen Bira del femenino por falta de ayuda económica.

La anterior salida del Tour de Euskal Herria tuvo lugar en Donostia en 1992 tras el primer triunfo de Miguel Indurain. A partir de ahí las instituciones gobernadas por el PNV apostaron por Euskaltel Euskadi con una aportación que llegó a ser de tres millones de euros anuales, pero en 2013 pusieron fin a su ayuda al único equipo que cubría el vacío de una selección vasca.

Eso provocó la desaparición del conjunto naranja y, a partir de ese momento, han destinado dinero a acoger etapas de la Vuelta y en 2023 del Tour mientras desaparecían también el continental de la Fundación Euskadi, el Euskadi Murias y varias pruebas ciclistas vascas. El nuevo Euskaltel-Euskadi no recibe ninguna ayuda pública que le permita reforzarse para participar en el Tour del próximo año.

Prudhomme no destacó lo económico, sino la pasión de la afición vasca y que desde el Grand Depart de 1992 en Donostia «las autoridades vascas todos los años han contactado con nosotros porque han querido que la carrera vuelva al País Vasco».

Participaron en el acto representantes del PNV que han puesto el dinero público para salidas y llegadas que en los cuatro casos tienen alcaldes de ese partido.J.I.