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«POST MORTEM», CUARTO DISCO DE LA RAPERA

La Furia vuelve con nanas y rimas llenas de vida y muerte

La Furia (Nerea Lorón, Cascante, 1983) regresa con un cuarto disco titulado «Post Mortem», un viaje más allá de estos tiempos revueltos en el que rompe barreras en letras –con la inclusión de forma natural del euskara–, en ritmos y en formas de trabajar, y para el que se acompaña en directo con una banda compuesta solo por mujeres.


Primero fue “No hay clemencia” (2013), luego “Vendaval” (2017) y después llegó “Pecadora” (2019). La Furia siempre se ha tomado su tiempo entre un trabajo y otro. Ahora, tras ser madre y en esta época en la que parece que el mundo no sabe hacia dónde se dirige, regresa con “Post Mortem” (Baga Biga), un trabajo compuesto por diez canciones con letras mojadas por poesía, enfado, reflexión y ritmo.

Producido y mezclado por Iñaki Bengoa y Rec Overflow en los estudios Shot! de Arrasate, este trabajo, que ayer se presentó en Bilbo y ahora comienza su camino en los directos con una banda compuesta solo por mujeres, ha sido masterizado en Mamia por Jonan Ordorika. Las voces, todas grabadas en casa; y entre las colaboraciones, el violoncelo de Maite Arroitajauregi “Mursego”; las guitarras de Iago y Karlote (Screamers & Sinners); y Maixa Lizarribar y Ekiñe (panderos y voz). Los autores de las bases musicales: Iñaki Bengoa, Rec Overflow, Unai Muguruza, Asier Leatxe y William Pander.

“Post Mortem” parece un trabajo «construido» por la rapera navarra en una etapa crucial, tanto en lo personal como en lo planetario. Hay sorpresas, como la aparición de una canción de cuna en “Ama”, una versión donde se homenajea a la panderojole Maurizia –la copla «Una vieja puñetera / pandero zahartxo batekin/ preguntando por la calle / nahi dozu ezkondu nirekin» la reconvierte en una «romería bollera» en “Amaia”–, y letras lanzadas desde las tripas en tiempos difíciles: «Me estoy haciendo amiga del nudo de la garganta / me cuenta lo que afecta y lo que importa / que si me callo crece y si lo grito explota / que mi mayor pecao es escupir lo que me mata / que más vale sola que rodeada de estas ratas» (“Ladrido”).

¿Pero qué es ‘Post Mortem’? La rapera lo define como «un disco sobre la vida, con sus sombras y sus luces», una reflexión sobre «lo que viene detrás de las muertes para realmente vivir». Por eso es inevitable preguntarle si está ahí la pandemia: «Seguramente sí, porque al final nos vamos impregnando de todo lo que estamos viviendo. Yo escribo desde lo que me mueven las tripas. Seguimos pasando un momento duro, pero no solo por la pandemia, porque el sistema patriarcal capitalista en el que vivimos nos lleva a la muerte, no a la vida».

“Ama”, el primer single de este disco, es una canción dulce. Hasta ahora no había incluido el euskara en sus rimas, ¿en el futuro, se ve haciéndolo? «Sí, porque me veo viviendo en euskara. Hace un tiempo te hubiera dicho que no, y también te lo digo con la boca un poco pequeña porque me da mucho miedo, y esto es algo que estoy viendo mucho por el feminismo: acercarse a algo, en este caso al euskara en la música, como para buscar un nicho de mercado. Y observo con estupor que esto con el feminismo pasa mucho».

«Para mí el euskara es muy importante porque nací en Cascante y mi madre y mi padre, sin tener ni idea de euskara, me han inculcado que soy vasca. El euskara ha estado presente en mi vida desde la infancia, siempre con un poco de pelea, porque no es la marmita en la que me he caído al nacer. Al componer, tuve claro que yo no iba a hacer una canción para que me la tradujeran, para decir ‘la Furia ahora canta en euskara’. Eso me da alergia. Lo que ha pasado naturalmente es que me pongo escribir sobre mi maternidad y es que me salen cosas en euskara. Es lo más cursi y básico, pero esto también te lo da la maternidad: este moñerío está aquí también».

Ahora hasta en el Benidorm Fest andan a vueltas con una teta: «Por un lado es muy guay que el feminismo esté de moda, porque hay discursos feministas que pueden calar, pero tenemos que tener los ojos muy abiertos para que no se vacíe de contenido y no nos vendan una canción que diga ‘No me faltará el dinero porque tengo un papi’ como algo empoderador. También observo horrorizada que ahora se reparten carnets de feminista: si tú no eres abolicionista no eres feminista; si tú no eres inclusiva… y las ostias no vienen solo del patriarcado. ¡Vamos a querernos más!».