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Pence contradice a Trump y evidencia la división por el asalto al Capitolio

Mike Pence contradijo a Donald Trump al rechazar la idea de que él hubiera podido anular las elecciones de noviembre de 2020 y puso en evidencia la división republicana en relación al asalto al Capitolio.


«No tenía derecho a dar marcha atrás en las elecciones», aseguró el viernes el exvicepresidente de EEUU Mike Pence, rechazando así las declaraciones previas de Donald Trump en sentido contrario al referirse al asalto al Capitolio y adoptando la postura opuesta al Partido Republicano, que consideró que aquel ataque al Legislativo fue una «expresión política legítima».

Durante un discurso en Florida, Pence refutó las palabras de Trump, quien argumentó que como vicepresidente podría haber impedido que los funcionarios electos certificaran la victoria de Joe Biden el 6 de enero de 2021, el día en que miles de partidarios de Trump se reunieron en Washington y cientos de ellos invadieron la sede del Congreso, en un intento de presionar a Pence y a los congresistas. Pence –como presidente del Senado– dirigió la sesión legislativa en que se certificó la victoria de Biden otras después del asalto al Capitolio.

«Nuestro expresidente dijo que yo tenía derecho a “anular la elección”. El presidente Trump está equivocado. No tenía derecho a anular la elección», dijo con firmeza. «Francamente, casi no hay idea más antiestadounidense que la noción de que cualquier persona podría elegir al presidente estadounidense», agregó.

«Según la Constitución, no tenía derecho a cambiar el resultado de nuestra elección y Kamala Harris no tendrá derecho a anular la elección cuando los ganemos en 2024», concluyó.

Fiel entre los fieles cuando Trump estaba en el poder, Pence, que no descartó lanzarse a la carrera por la Casa Blanca, ya había contradicho antes a su presidente, pero nunca tan directamente.

Varios congresistas republicanos coinciden con él y llevan semanas trabajando mano a mano con los demócratas en un proyecto de ley para evitar que se revierta cualquier elección.

El domingo, Trump afirmó que los esfuerzos del Congreso para reformar la Ley de Cómputo Electoral de 1887 para aclarar el papel del vicepresidente demostraron que Pence «podría haber anulado las elecciones», si hubiera querido.

Dos días después, como parte de sus continuos ataques de contra el comité de la Cámara que investiga el asalto al Capitolio, Trump dijo que el comité debería investigar a Pence por no hacer lo que él quería. Dijo que Pence tenía el poder de pedir que se contaran de nuevo los votos.

Pero las declaraciones de Pence evidenciaron sobre todo la división entre los republicanos. Porque solo unas horas antes, el Partido Republicano, muy fiel al multimillonario, decidió sancionar políticamente a los congresistas Liz Cheney y Adam Kinzinger que investigan el papel de Trump en la organización del asalto al Congreso. Les acusan de comportamiento «destructivo» para el partido y para el país.

Reunido en Utah, el Partido Republicano subrayó que lo ocurrido el 6 de enero de 2021 no fue más que una «expresión política legítima». Mike Pence calificó ese día de «oscuro».