GARA Euskal Herriko egunkaria
EDITORIALA

Niegan a Txillardegi lo que no le pueden quitar


Diez años después de su muerte, Jose Luis Alvarez Enparantza Txillardegi no cuenta en la ciudad en la que nació y vivió gran parte de su vida con ningún reconocimiento público por la extraordinaria aportación que hizo al euskara y la cultura vasca. Con ánimo de corregir esa incomprensible anomalía, EH Bildu propuso concederle la placa de oro de Gipuzkoa. Ayer la propuesta se debatió en el pleno de las Juntas Generales y fue rechazada con los votos del PNV, Elkarrekin Podemos, IU, PSE y PP.

Txillardegi fue un intelectual polifacético. No solo hizo una contribución monumental al euskara, al convertirse en uno de los padres del euskara moderno, el batua, sino que además defendió una nueva forma de entender la pasión por el euskara mucho más abierta y menos esencialista. Asimismo, llevó a cabo importantes estudios lingüísticos y también destacó como novelista y ensayista. Su aportación cultural e intelectual está fuera de toda duda y nadie la puso en cuestión ayer. Si atacaron, sin embargo, sus ideas políticas, su participación en la creación de ETA y en la lucha contra el franquismo y su compromiso con la independencia de Euskal Herria. Un ataque que realzó todavía más su figura de, al resaltar que la esencia del intelectual es precisamente el compromiso con su pueblo, con la lucha contra las injusticias y con el cuestionamiento del poder. Todos los que atacaron sus ideas políticas dejaron en evidencia su alineamiento con el poder establecido y su mentalidad subalterna, posiblemente Txillardegi hubiera dicho colonial, absolutamente dependiente del estado de ánimo de la metrópoli madrileña.

Finalmente, Txillardegi continuará sin un reconocimiento institucional a su aportación intelectual. La negativa a concedérselo no afecta en lo más mínimo al prestigio de uno de los grandes de la cultura vasca, que además fue un intelectual comprometido con la libertad de Euskal Herria. Lo único que deja claro es la escasa estatura moral y política de los que votaron en contra.