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Pakistán ataca pueblos afganos tras incursiones fronterizas talibanes

El régimen paquistaní está bombardeando poblaciones afganas, para ira de sus históricos patrocinados, los talibanes, que han exigido explicaciones tras la muerte de al menos 47 civiles. Islamabad alega que los talibanes paquistaníes les atacan desde su santuario afgano. Pakistán es víctima de su arriesgado juego. Con efecto boomerang.


El régimen paquistaní confirmó haber perpetrado ataques en suelo afgano durante las últimas horas pero los justificó en respuesta a las emboscadas efectuadas por grupos armados desde Afganistán contra sus fuerzas fronterizas.

Este reconocimiento tiene lugar después de que los talibán afganos responsabilizaran al Ejército paquistaní de la muerte de al menos 47 civiles, según fuentes del movimiento rigorista afgano a DPA, en bombardeos paquistaníes sobre las provincias de Jost (sudeste de Afganistán) y Kunar (noreste).

Otros testigos del ataque cifran en 40 los muertos y heridos, según la cadena Tolo News, a falta de una confirmación independiente. Fuentes no adscritas a los talibanes hablan de entre seis y nueve víctimas mortales, entre ellas cinco menores y una mujer.

La misión de Naciones Unidas en Afganistán, la UNAMA, ha prometido una investigación para «verificar el alcance de los bombardeos», antes de reprochar que «los civiles nunca son un objetivo» de la guerra.

El Ministerio de Exteriores paquistaní apunta que los ataques contra sus fuerzas – en especial el considerado como el catalizador de los bombardeos: una emboscada en Waziristán del Norte, ocurrida esta semana, que dejó siete militares paquistaníes muertos– han proseguido sin freno «a pesar de los repetidos contactos con las autoridades afganas».

«Pakistán respeta la soberanía nacional, la integridad territorial y la independencia de Afganistán y quiere trabajar con el gobierno afgano», añade, aunque destaca que «las actividades de grupos terroristas, incluido el Tehrik e Taliban Pakistan (TTP)», es decir, los talibán paquistaníes, «habían aumentado considerablemente en la frontera entre los dos países»..

El 6 de febrero, el régimen de Islamabad denunció que al menos cinco miembros de las Fuerzas de Seguridad paquistaníes murieron en una emboscada de la insurgencia talibán paquistan contra un puesto fronterizo cometido desde suelo afgano.

Los talibán afganos han condenado el bombardeo de represalia de Islamabad, que motivó la convocatoria del embajador paquistaní en Kabul, Mansur Ahmad Jan, como señal de protesta. A la reunión asistieron el ministro de Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, y el viceministro de Defensa, Shirin Akhund. El portavoz principal de los talibán, Zabiulá Muyahid, ha avisado a Pakistán de que «no ponga a prueba la paciencia de los afganos» y exige a su país vecino que «no cometa de nuevo errores como estos».

Los ataques también han sido condenados por la Misión Permanente de Afganistán ante las Naciones Unidas, que denunció los bombardeos como «una clara violación del derecho internacional, los principios de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad» de la ONU.

El Ejército paquistaní, y concretamente su todopoderoso servicio secreto, el ISI, son desde la década de los noventa los valedores de los talibanes afganos.

No obstante, estos se deben tanto a su adscripción rigorista como tribal (pastún), con lo que la frontera afgano-paquistaní es totalmente porosa, tanto hacia uno como hacia otro lado,

El santuario paquistaní fue crucial para los talibán afganos en 20 años de lucha contra la ocupación, Y el santuario afgano es vital para la lucha de los talibán paquistaníes contra el régimen de Islamabad,

Choques entre hindúes y musulmanes en India

Nueva Delhi y el estado sudoriental de Andhra Pradesh se suman a la tensión interreligiosa en todo el país. Grupos opositores acusan al Gobierno del pan-hindú Modi de amparar con su silencio y complicidad las provocaciones de la mayoría hindú contra la minoría musulmana con motivo de procesiones hinduistas.

Decenas de personas resultaron arrestadas y heridas tras un nuevo brote de violencia interreligiosa en India, unos choques que tienen lugar en plena escalada de tensión intercomunitaria entre miembros de la mayoría hinduista y la minoría (casi 300 millones) musulmana..

Los altercados tuvieron lugar en procesiones en el aniversario del nacimiento de Hanuman, el dios mono del hinduismo , que pasaban delante de mezquitas. El fin de semana pasado se registraron provocaciones similares en los estados de Gujarat (oeste), Madhya Pradesh (centro), y los orientales Jharkhand y Bengala durante la celebración de la festividad hindú conocida como Ram Navami.l primer ministro indio, el pan-hindú, Narendra Modi, guarda silencio. D.L.