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ALAVÉS

Una derrota provoca el descenso matemático


El Alavés no puede perder ante el Espanyol –Mendizorrotza, 19.00, Movistar LaLiga–, ya que ello implicaría su descenso matemático a Segunda. Perder la categoría se produciría también si obtiene el mismo resultado que Granada y Cádiz.

Aunque ni siquiera una victoria le pueda servir, el cuadro babazorro tiene que agarrarse con uñas y dientes a lograr los tres puntos frente a los periquitos y esperar a los resultados adversos de sus rivales, de cara a recortar diferencias.

Ahora mismo, la salvación está a siete puntos –el conjunto vasco tiene perdido el gol average particular con los nazaríes–, pero la esperanza es lo último que se pierde. Los de Julio Velázquez deben aferrarse a los buenos resultados que han cosechado como anfitriones en las últimas jornadas para obrar un milagro de los gordos.

Además, simplemente por el respeto al escudo y, sobre todo, a una afición que ha seguido a los suyos a todas partes pese a la mala temporada, el Alavés está obligado a vaciarse para sumar el triunfo ante un Espanyol que, con el punto cosechado frente a Osasuna en la pasada jornada, prácticamente tiene certificada la salvación virtual.

El técnico local recupera a Escalante después de cumplir un partido de sanción, pero pierde a Ximo Navarro y Édgar Méndez, a los que hay que sumar a Javi López y Guidetti. También podría alinear de inicio a Manu García, que se quedó fuera en el último partido a causa de unas molestias musculares.

A favor del Alavés está también la raquítica estadística que acumula su rival a domicilio. Los periquitos solo han sumado ocho puntos lejos de su estadio y son el segundo peor visitante de la categoría, por delante del Mallorca. Además, de los cinco últimos envites disputados en el coliseo alavesista, solo uno finalizó en derrota, el jugado frente al Granada.