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TOUR 2022

Vingegaard y el Jumbo sentencian

El danés resistió todos los ataques de Pogacar en la subida de Spandelles y evitó la caída que sí sufrió el esloveno al arriesgar en el descenso. Van Aert se encargó de redondear el gran trabajo de todo el equipo al descolgar al rival y lanzar al líder a la victoria.

Jonas Vingegaard celebra su segunda victoria en este Tour en Hautacam. (Marco BERTORELLO AFP)

Jonas Vingegaard sentenció ayer el Tour al ganar la última etapa de montaña en los Pirineos entre Lourdes y Hautacam, de 143,2 kilómetros, tras culminar el gran trabajo del Jumbo durante toda la etapa, especialmente de un extraordinario Wout van Aert.

El equipo del líder metió al flamenco en una escapada en la que era el más fuerte, pero el Jumbo quiso ganar a lo grande con Vingegaard y los dos descolgaron al ritmo de Van Aert a Pogacar a cuatro kilómetros del alto de Hautacam para llegar a la meta con más de un minuto al esloveno, que queda a 3:26 en la general sin opción de remontada en la crono de mañana.

El esloveno atacó varias veces a Vingegaard en la subida del penúltimo puerto de Spandelles, pero el danés no perdió su rueda como ha sido habitual durante todo el Tour. También arriesgó en el descenso, en el que al líder le faltó poco para caer, pero fue el esloveno el que se cayó y sufrió un duro golpe anímico y físico que acusó en la subida final de Hautacam, donde Vingegaard no necesitó ni atacar para descolgar a su gran rival.

Aunque Van Aert era el más fuerte de la fuga a pesar de todo el trabajó realizado en Spandelles y Hautacam para aguantar en cabeza hasta el final y solo Daniel Felipe Martínez le seguía, Jumbo quiso ganar con Vingegaard y sentenciar el Tour para no dar la opción a Pogacar a que pudiera impedir su primera victoria como hizo con Roglic en la cronoescalada de La Planche des Belles Filles en 2020.

La estrategia tenía su riesgo porque Pogacar podía ganar y conseguir unos segundos como el día anterior en Peyragudes y podía ser preferible dejar que ganara Van Aert y que las bonificaciones las cogieran otros fugados, pero la apuesta salió bien.

Benoot y Kuss trabajaron por detrás para endurecer la subida final hasta que el norteamericano dio el relevo a Van Aert a cinco de meta y Pogacar no fue capaz de aguantar ni la aceleración del flamenco. A falta de cuatro kilómetros dio por terminado su trabajo y lanzó a su líder al segundo triunfo de etapa y al maillot de la montaña. Demostró que la victoria del Granon no fue fruto solo de un mal día de Pogacar. Ha sido el más fuerte del Tour y lo ha confirmado en las dos etapas más duras.

FESTIVAL DE VAN AERT.

Sin embargo, el corredor más fuerte de la etapa fue Wout van Aert, capaz de llegar tercero a la meta después de ser el primero que atacó para entrar en la fuga y el que más tiempo estuvo en cabeza de carrera. La etapa resultó espectacular, como todo el Tour. Costó en formarse una escapada en la que el Jumbo metió además del flamenco a Benoot y Movistar colocó a Gorka Izagirre, Verona y Enric Mas, que se volvió a quedar bloqueado en el descenso del Aubisque y se hundió en la subida inédita de Spandelles. Allí Van Aert empezó su exhibición para impedir que le cogieran los favoritos cuando McNulty hizo la selección antes de que empezaran los ataques de Pogacar, que hizo grande con su actitud ofensiva su derrota.

Geraint Thomas volvió a demostrar que era el tercero más fuerte en la lucha entre el resto de los favoritos. En la pelea por el cuarto puesto David Gaudu superó a Nairo Quintana, Louis Meintjes y Aleksandr Vlasov mejoraron una posición a costa de Bardet y Lutsenko dos para dejar fuera del Top 10 a Enric Mas, que fue el gran derrotado de la jornada al llegar decimoveno a 7:43.

La antepenúltima etapa del Tour entre Castelnau-Magnoac y Cahors, de 188.3 kilómetros, parece propicia hoy para una escapada salvo que los equipos de los velocistas intenten buscar otra oportunidad antes de la crono de mañana y del paseo y sprint final de París.