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CICLISMO

Triplete del Jumbo en un final accidentado por la caída de un hombre de ese equipo

Timo Roosen gana ajeno a la multitudinaria caída a falta de 470 metros del final. La escapada de Xabier Mikel Azparren le da el liderato de la montaña.

Roosen entrando a meta con sus compañeros. (VUELTA A BURGOS)

La segunda etapa de la Vuelta a Burgos tuvo un final que a nadie le gusta en este deporte. Y todo protagonizado por un paso de peatones elevado a falta de 470 metros para el final, que se iba a dilucidar el sprint, momento en el que provocó la caída de uno de los cuatro hombres del Jumbo que en ese momento tiraban del pelotón y arrastró a un buen número de ciclistas por detrás.

En esta tesitura, por delante solo se quedaron tres hombres del Jumbo, y la victoria fue para el neerlandés Timo Roosen, por delante de Edoardo Affini y Chris Harper.

Por lo demás, igual que ocurriera en la primera etapa, nada más darse el banderazo de salida en la localidad de Sotopalacios saltaron del pelotón los tres mismos corredores que habían protagonizado la etapa inaugural formando una escapada que se prolongó durante más de 50 kilómetros, Xabier Mikel Azparren (Euskaltel Euskadi), Diego Pablo Sevilla (Eolo Kometa) y Jesús Ezquerra (Burgos BH).

Al llegar al inicio al puerto, Azparren se marchó, dejando a sus dos compañeros y coronó el Alto de la Lora, para ganar ventaja hasta casi los 7 minutos en Basconcillos del Tozo.

En el Alto de Humada, Azparren pasó primero con 3:30 de ventaja, defendido por detrás por su compañero Joan Bou. La diferencia se mantenía y Azparren arrebató el maillot de la montaña a Sevilla tras volver a coronar el último puerto, el Alto de Amaya, en primer lugar.

Tras 115 kilómetros de fuga, 65 de ellos en solitario, el pelotón absorbió a Azparren y a falta de 8 kilómetros, Tao Geoghegan intentó un ataque. Por detrás Vincenzo Nibali quería sorprender al UAE, que buscaba colocar a Gaviria para la llegada en Villadiego.

Pero el Trek, con Jon Aberasturi como principal opción, se organizó rápidamente, dio caza a Geoghegan y a Nibali, aunque la mencionada caída a poco menos de 500 metros para la final tiró por los suelos a muchos corredores y los esfuerzos de los equipos de luchar por el sprint.