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OSASUNA

El Sadar celebra el pleno de victorias en el inicio liguero

Osasuna ha derrotado al Cádiz gracias a dos penaltis que convertidos por Chimy Ávila, que ha marcado su segundo gol de la temporada, y Kike García, que permiten al equipo rojillo sumar su segundo triunfo e instalarse en la parte noble de la tabla.

Los jugadores rojillos celebran el primer tanto del partido, obra de Chimi Ávila, de penalti. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

«¡Que me quiten lo bailado!». Es lo que puede decir Osasuna tras un inicio liguero sobresaliente completando el pleno de victorias en las dos primeras jornadas ligueras que ha disputado en El Sadar, con un público entregadísimo. Y es que si la sintonía entre público y equipo es total, lo mismo se puede deducir entre los jugadores y el entrenador. El sistema de Jagoba Arrasate está instaladísimo en la escuadra y en cuanto comienza a rodar la pelota, todos saben que se encontraran con un Osasuna peleón y, sobre todo, reconocible. Y como es lógico en 90 minutos largos, tampoco se libra de los minutos de debilidad pero sabe salir airoso; sí por lo menos en estas dos primeras jornadas de la campaña.

Empezó entretenido el partido, con el equipo local volcado a jugar por las bandas, con un Chimy Ávila que ocupó la banda derecha después de volver a la titularidad Budimir, que fue la víctima del primer penalti del partido. Hasta entonces, sin embargo, los dos equipos dispusieron de sendas ocasiones que bien pudieron terminar en gol.

Por parte del Cádiz, Diarra no acertó en el último disparo cuando el resto lo hizo de maravilla. Se zafó del rival, conectó con Lozano y aprovechó el control largo del ariete para volver a coger el esférico y encarar a Herrera. El velocista, sin embargo, disparó alto.

El arquero Ledesma fue quien impidió el gol de Osasuna en el minuto 27, diez minutos antes de provocar el penalti que supuso el 1-0 de los locales. Moi Gómez ya se disponía a rematar el centro de Budimir pero el argentino reaccionó a tiempo para rechazar el envío. No estuvo tan hábil en el balón dividido con Budimir, provocando la pena máxima que fue convertido por Chimy Ávila con un disparo certero por el centro de la portería. Celebró con rabia el ariete argentino, que logró su segunda diana en el segundo partido del campeonato.

Nada más comenzar la segunda mitad, el duelo Budimir-Ledesma dejó otro capítulo para enmarcar, con una buena manopla del arquero para detener el cabezazo del croata. Esa parada le dio esperanzas al Cádiz y estuvo cerca del empate por mediación de Lucas Pérez, que falló lo infallable -era tan fácil que estaba pensando en la celebración-.

Tampoco estuvo acertado Lozano, al que le sobró un toque a la hora de encarar a Herrera y le dio tiempo para cruzarse a Rubén Peña, que terminó con molestias.

El que sí acertó fue el conquense Kike García desde los once metros para poner en el marcador el 2-0 definitivo.