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El malestar por la crisis económica centra la sucesión de Boris Johnson

Con una inflación de dos dígitos, una economía amenazada de recesión y una multiplicación de las huelgas, el malestar por la crisis económica y la carestía de la vida ha eclipsado los demás temas en la batalla entre Liz Truss y Rishi Sunak por suceder a Boris Johnson en Downing Street y al frente del Partido Conservador.

El artista Ciaran Gallagher termina en Belfast un mural que presenta como boxeadores a Rishi Sunak (i) y Liz Truss (d). (Paul FAITH | AFP)

Los dos candidatos enfrascados en la pugna por suceder a Boris Johnson como líder del Partido Conservador y como primer ministro británico a partir del 5 de sedtiembre tienen diferentes enfoques en cuanto a la manera de afrontar la crisis económica que incide de forma especial en el coste de la vida, el problema que más preocupa a los británicos.

Con la inflación en el 10,1% en julio -la más alta en 40 años-, que en octubre podría llegar al 13% e incluso superar el 18% en 2023, según el banco Citi, el poder adquisitivo ha centrado la campaña.

La autoridad británica de la Energía anunciará mañana un alza del tope tarifario de la electricidad a partir de octubre, por lo que de momento la factura de la mayoría de hogares pasará de 1.971 libras al año a unas 3.500 libras. Las previsiones más pesimistas hablan de 6.000 libras más adelante para pagar el gas y la electricidad. Expertos prevén que el 58% de los británicos sufrirá pobreza energética en 2023.

Liz Truss, actual ministra de Exteriores y favorita en las encuestas, propone atacar el problema con una rebaja de impuestos, revirtiendo los últimos incrementos de las cotizaciones sociales, rebajando el impuesto de sociedades y suspendiendo los impuestos a la gasolina destinados a financiar la transición energética.

Su rival, Rishi Sunak, sostiene que las rebajas fiscales no beneficiarán a los hogares modestos que no pagan esos impuestos y son los más amenazados por la subida de los precios de la energía.

Sunak, que es uno de los diputados británicos más ricos, propone ayudas directas a las familias modestas, y califica de «cuento de hadas» las promesas de rebajas fiscales en tiempos de inflación y crisis económica. Plantea, eso sí, una reducción del IVA en la factura de la energía.

Oficialmente ambos mantienen el compromiso de Gran Bretaña con la neutralidad de carbono en 2050, aunque Truss pide buscar «una forma mejor de alcanzarlo» para que «no perjudique a la gente y a las empresas». Quiere realizar inversiones importantes en energía, y allí donde la población local esté de acuerdo, es favorable al fracking y apuesta por «liberar más energía» del mar del Norte, al tiempo que apoya la política del actual de Gobierno de invertir en renovables y en energía nuclear.

Brexit

Truss apoyó la opción de permanecer en la UE antes del referendo de 2016, pero tras el resultado se pasó al bando del Brexit. Con tal entusiasmo, que fue la promotora del proyecto de ley que, para disgusto de la UE, cambia unilateralmente las condiciones aduaneras del norte de Irlanda. Más allá de esto, ha prometido deshacerse de todas las leyes heredadas del período en que el país formó parte de la UE para «meterle el turbo al crecimiento» económico.

Ninguno plantea soluciones a la importante falta de trabajadores en Gran Bretaña.

La huelga de los estibadores profundiza la crisis

La huelga de los estibadores del puerto inglés de Felixstowe, donde se canaliza casi la mitad del tráfico de contenedores de Gran Bretaña, es la última de una serie de paros en distintos sectores, como el ferroviario y el Metro de Londres, en demanda de mejoras salariales mientras se agrava la crisis por el alto coste de la vida. La protesta de casi 2.000 trabajadores es la primera del sector desde 1989 y ha paralizado la actividad del puerto, con importantes consecuencias para el comercio. Por el mismo motivo están en huelga hasta el día 30 los basureros de varios municipios de Escocia. Y a partir del 5 de setiembre, a los paros se sumarán los abogados criminalistas en Inglaterra y Gales. Una convulsa situación que se suma la aparente sensación de vacío de poder hasta que el 5 de setiembre se conozca en nombre del nuevo líder tory y primer ministro.GARA