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El papa Francisco marca línea al investir 20 cardenales que decidirán su sucesor

El papa Francisco abrió la posibilidad de su renuncia alegando un declive de su salud, como hizo su predecesor, Benedicto XVI. Si ocurriera, un enclave de todos los cardenales menores de 80 años sería convocado para nombrar a su sucesor. Ayer, en la Basílica de San Pedro, presidió el consistorio que creó veinte nuevos cardenales que podrían terminar tomando parte en esa elección.

El papa Francisco llega sonriendo al consistorio para crear veinte nuevos cardenales. (Alberto PIZZOLI | AFP)

En una ceremonia celebrada ayer en la Basílica de San Pedro, el papa Francisco presidió el que es considerado como uno de los momentos más emblemáticos del Vaticano, la «creación» o nominación de nuevos cardenales. Sirva como dato que la última vez que un cardenal de la Iglesia católica fue nominado en el mes de agosto fue en 1807. Los familiarizados con el funcionamiento del Vaticano pronto aprenden que el cuartel general del catolicismo mundial suele cerrar en gran medida durante el mes de agosto. No ha sido así este año. Se nota una intensa e inusual actividad que ha desatado rumores.

En la ceremonia que presidió el papa argentino, de 85 años y en el cargo desde 2013, se crearon 20 nuevos cardenales, escogidos en todos los rincones del mundo, muchos de ellos conocidos por su trabajo pastoral y, en algunos casos, por sus posiciones progresistas. Todas las partes del planeta están representadas, incluyendo nuevos cardenales de Brasil y Nigeria, Singapur y Timor-Leste, entre otros.

Tras este consistorio, Francisco habría elegido ya a 83 de los 132 cardenales aptos actualmente para elegir un nuevo papa. Una cifra cercana a los dos tercios, precisamente el porcentaje necesario para que un nombre propuesto sea elegido. Los expertos, sin embargo, piden precaución porque los cardenales nominados por un papa no necesariamente eligen un sucesor que se le parezca.

La sombra de la guerra

Ucrania se ha hecho presente en la cumbre del Vaticano. El papa ha sido presionado para que hiciera una «visita de solidaridad» a Kiev. Aunque expresó su disposición favorable, añadió que lo haría «en el momento apropiado», lo que ha sido interpretado como que se hará cuándo pueda oír la otra versión de la historia en Moscú, con quien quiere mantener abierto el diálogo, particularmente con la Iglesia ortodoxa de Rusia.

Mientras tanto, el embajador de Ucrania en la santa sede sigue criticando al papa Francisco por haber nombrado a Darya Dugina, muerta en atentado en las proximidades de Moscú, y calificarla como «pobre chica reventada en un ataque con bomba».

El amago de renuncia no desacelera su obra

Hace tres semanas el papa Francisco dijo que entraba en una «fase más lenta» de su pontificado en la que, eventualmente, estaría dispuesto a renunciar. Con el anterior papa Benedicto aún vivo a sus 94 años, la opción de renunciar, aunque seria, no parezce inmediata, pues la noción de una santa sede con tres pontífices podría ser considerada como algo que socava su credibilidad. Con todo, ver al papa en silla de ruedas por un dolor de rodilla «que no se puede operar», o leer en la prensa informes sobre la ciática que sufre y le «provoca fuertes dolores en la cadera», hace que la rumorología se dispare.

Estos meses el pontífice argentino se ha volcado en operar una fuerte sacudida y reorganización en el poderoso órgano de gobierno del Vaticano, la Curia Romana, con la prioridad de ganar nuevos creyentes, de construir una Iglesia más inclusiva y responsable para con las necesidades de lo pobres y marginados. No es casual que entre los nuevos cardenales haya dos africanos, cinco asiáticos y otros dos procedentes de India. Esa es la apuesta: que los nuevos nominados representen al Sur, donde viven el 80% de los 1.300 millones de católicos del mundo. GARA