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ATHLETIC

Un tropiezo defensivo frustra el esperanzandor inicio de Liga

Un desajuste entre Yeray y Vivian es aprovechado por Braithwaite en el tramo final para marcar el gol que se le resistió al conjunto rojiblanco. Primera derrota de la temporada para un equipo que lo intentó mucho, pero al que no le salió casi nada bien.

Al Athetic le costó mucho superar el muro defensivo del Espanyol. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Derrota difícil de explicar del Athletic. Con el equipo y la grada impulsados por la dinámica positiva en este inicio de Liga, un error defensivo echó por tierra todos los esfuerzos. Sin restar méritos al Espanyol, que aguantó en defensa y asestó el golpe definitivo en el momento oportuno, el conjunto rojiblanco tuvo el partido bajo control durante casi todo el tiempo. Estuvo más cerca de ganar que de perder. El Athletic se pasó todo el encuentro mirando hacia la portería contraria. Es innegable que le faltó lucidez en los metros finales y tampoco tuvo acierto en los remates. Un disparo al larguero de Berenguer y un balón al que llegó forzado Williams a pase del navarro cuando tenía todo a su favor fueron las acciones más reseñables.

Joselu ya había avisado en el primer tiempo, pero fue Braithwaite en su debut con los periquitos el que se llevó la gloria. Malentendido entre Yeray y Vivian, ninguno despeja, y el delantero danés no perdona ante un Unai Simón que no pudo hacer nada.

MISMO ONCE

30 grados a la sombra en una tarde veraniega de setiembre que arrancó con ímpetu, pero terminó torcida. Homenaje a las jugadoras Ane Elexpuru, Clara Pinedo, Maite Zubieta y Amaia Martínez por ganar el mundial sub 20 y el europeo sub 19, mientras desde la grada Iñigo Cabacas Herri Harmaila reivindicaban la oficialidad de las selecciones vascas. Berenguer fue un incordio para la zaga visitante y abrió huecos constantemente por la banda izquierda. El triángulo que conforman Vesga, Sancet y Muniain llevaba la iniciativa. Sin embargo, los hermanos Williams no terminaban de culminar las acciones.

Al Athletic le empezaron a entrar las prisas en la segunda mitad. Los jugadores lo intentaron de muchas maneras, pero no salía casi nada y el Espanyol se fue creciendo.

SIN FRESCURA

Valverde se percató de que el cansancio hacía mella y fue metiendo jugadores de refresco. Los cambios no surgieron efecto. Guruzeta, Vencedor ni un Raúl García que alcanzó los 300 partidos con la camiseta zuri-gorri modificaron el panorama. Salió Morcillo para rascar el empate y Herrera y Villalibre se quedaron sin jugar.