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VUELTA 2022

Pedersen repite tras un ataque de casta de Roglic, saldado con una dura caída

El esloveno aceleró en un repecho a tres de meta y solo pudieron seguirlo los cuatro sprinters más fuertes que se disputaron la victoria y sufrió cortes y golpes al caerse. Evenepoel pinchó al final y le dieron el tiempo del resto de favoritos a ocho segundos.

Primoz Roglic entró ensangrentado en la meta con la ayuda de un compañero. (Jorge GUERRERO | AFP)

Mads Pedersen (Trek) logró ayer su segunda victoria en esta Vuelta en la decimosexta etapa entre Sanlúcar de Barrameda y Tomares, de 189.4 kilómetros, tras responder a un ataque de Primoz Roglic a tres de meta, que recortó ocho segundos al líder Remco Evenepoel y al resto de favoritos, pero sufrió una dura caída a pocos metros del final y llegó magullado y ensangrentado.

El esloveno agrandó su carisma y el respeto que se ha ganado en el pelotón y en el entorno del ciclismo por su carácter como persona y como ciclista. No pierde ninguna oportunidad para intentar ganar su cuarta Vuelta y aprovechó un repecho a tres de meta para lanzar un ataque al que solo pudieron responder Mads Pedersen, Pascal Ackermann, Danny van Poppel y Fred Wright, que siguieron su rueda hasta que lanzaron el sprint. Roglic intentó coger la rueda del inglés para no perder un segundo y un leve contacto entre los dos provocó su dura caída. Según el parte firmado por los médicos de carrera, sufrió «policontusiones, heridas superficiales en codo, cadera y rodilla del costado derecho que han precisado de curas locales».

Mientras Roglic atacaba, Evenepoel se quedaba en los tres últimos kilómetros al notar que le faltaba presión en una rueda y los jueces le dieron el mismo tiempo que al resto de favoritos, que entraron a ocho segundos de los cuatro ciclistas que siguieron al esloveno, que ahora queda a 1:26. La incógnita es si le afectará la caída porque hoy la etapa ya acaba en el Monasterio de Tentudía, puerto de Segunda de 10,3 kilómetros al 5%.

Es una jonada propicia para una escapada y por eso solo el vizcaino Ander Okamika (Burgos) y Luis Ángel Maté (Euskaltel) quisieron entrar ayer en una fuga que no iba a tener opciones porque los sprinters no iban a dejar desaprovechar su penúltima oportunidad.