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Kiev asegura que sigue ganando terreno y expulsando a las tropas rusas

Ucrania anunció ayer nuevos éxitos militares frente a las tropas rusas en el este y el sur del país, mientras Rusia reconoce haber perdido terreno aunque mantiene que se trata de un «repliegue estratégico» para reforzar el frente de Donetsk. Sigue preocupando la situación en la central nuclear de Zaporiyia, que apagó su último reactor.

Imagen de varias cajas de armas abandonadas en Balakliya, en la región de Jarkov. (Juan BARRETO | AFP)

El Ejército ucraniano continúa con su masiva contraofensiva en la región de Jarkov y la está extendiendo a los territorios del Donbass. Los ucranianos anunciaron el pasado sábado haber tomado el control de las ciudades clave de Kupyansk e Izyum. Mientras tanto, el Ejército ruso reconoció su salida de Izyum, lo que para algunos analistas constituye la mayor derrota de Moscú en Ucrania desde la batalla de Kiev el pasado mes de abril.

El general Valeri Zalouzhny, comandante en jefe del Ejército ucraniano, señaló en el día 200 del conflicto que desde principios de setiembre sus tropas han recuperado el control de «más de 3.000 kilómetros cuadrados».

«En los alrededores de Járkov hemos empezado a avanzar no solo en el sur y el este, sino también hacia el norte», añadió. «Estamos a 50 kilómetros de la frontera rusa», dijo Zalouzhny.

El 2 de junio, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, reconoció que el 20% de la superficie del país, unos 125.000 km2, estaba en manos rusas, de los cuales más de 43.000 km2 (Crimea y parte de la cuenca del Donbass) conquistados antes del inicio de la invasión el 24 de febrero.

A principios de este mes, su Ejército anunció por primera vez una contraofensiva en el sur, antes de lograr la semana pasada un rápido y sorpresivo avance sobre las líneas rusas en la región de Jarkov.

El mapa de esta zona nororiental, presentado por el Ministerio de Defensa ruso durante su sesión informativa diaria, mostraba una gran retirada de los soldados rusos, que solo controlaban ayer una pequeña parte de ella, detrás del río Oskol. El Ejército ruso anunció el sábado que había «retirado» a sus tropas de las zonas de Balakliya e Izyum para «reagruparlas» cerca de Donetsk, capital de la autoproclamada república homónima, más al sur.

Viatcheslav Gladkov, gobernador de la provincia rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, aseguró que «miles de personas» habían huido de la región de Jarkovv hacia Rusia.

Antes, el Estado Mayor de las fuerzas ucranianas había anunciado que «la liberación de porciones de territorios en los distritos de Kupyansk e Izyum», en esta región, estaba «en curso». Y por la noche agregó que «las tropas rusas abandonaron rápidamente sus posiciones y huyeron», en particular «hacia Rusia».

Los lugares mencionados son importantes nudos logísticos, de los que Rusia depende para abastecer a sus tropas en el frente del este. Y, según los analistas, su reconquista por parte de las tropas ucranianas es un mazazo a las ambiciones de Moscú en Jarkov.

«Hoy podemos decir que ya han sido liberadas alrededor de 40 localidades, pero hay muchas más...», añadió el gobernador de Jarkov, Oleg Sinegoubov.

En el sur, en la región de Jerson, «los ocupantes también se han retirado de sus posiciones en varias localidades», aseguró ayer el Ejército ucraniano, y citó la localidad de Kosaja Lopan, a 30 kilómetros al norte de la ciudad de Jarkov y a 4 kilómetros de la frontera con Rusia.

Zaporiyia, inactiva

En el otro gran foco del conflicto en este momento, la agencia de energía nuclear de Ucrania, Energoatim, afirmó que el último reactor activo en la central de Zaporiyia, controlada por Rusia, fue desconectado de la red eléctrica al amanecer por razones de seguridad. Desde hace tres días, era el único era el único que estaba produciendo la electricidad necesaria para enfriar el combustible nuclear y garantizar la seguridad de la instalación.

Los bombardeos de las últimas semanas, de los que se culpan mutuamente Kiev y Moscú, dispararon el temor de un desastre nuclear en la mayor central de Europa.

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió ayer a su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre las «consecuencias catastróficas» de los ataques contra la central. Según la Presidencia francesa, Macron le dijo a Putin que es «la ocupación rusa la causa de los riesgos» y le pidió que retire de la planta las «armas pesadas y ligeras».

Rusia Unida busca afianzar su posición en las urnas

Los rusos acudieron ayer a las urnas en el tercer y último día de las elecciones regionales y municipales, que se habían convertido en un plebiscito para Rusia Unida, el partido del Kremlin, que busca afianzar su posición con la campaña militar en Ucrania como telón de fondo. La participación ha sido baja, sobre todo en las dos primeras jornadas, lo que favorece a Rusia Unida, que llegó a estos comicios con una intención de voto de un 41%, y que ha buscado ganar terreno con una campaña de bajo perfil y negativas en el registro a candidatos incómodos. Esta vez no hubo apenas propaganda electoral ni manifestaciones de apoyo o protestas. La campaña militar en Ucrania ha servido a Rusia Unida como ariete contra la oposición. Los primeros datos desde el Lejano Oriente, donde los colegios cerraron horas antes que los de Kaliningrado, el punto más occidentala, ya perfilaban a Rusia Unida como favorita, aunque los resultados definitivos se conocerán la próxima semana.GARA