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Nicola Sturgeon plantea batalla: «No renunciaré a la democracia escocesa»

El SNP cerró ayer en Aberdeen su conferencia anual. Lo hizo la premier, Nicola Sturgeon, con un alegato a seguir ensanchando la base del independentismo y con la mira puesta en lo que depare el debate, a partir de hoy, en la Corte Suprema de Londres, adelantándose a un posible fallo en contra: «No renunciaré a la democracia escocesa».

Nicola Sturgeon, ayer, al finalizar su discurso en la conferencia del SNP. (AFP)

Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia, fue la encargada de cerrar ayer la conferencia anual del SNP, que se ha celebrado desde el pasado sábado en Aberdeen. Tal y como se esperaba, la premier puso el foco en el debate que se llevará hoy y mañana en la Corte Suprema británica acerca de si el Parlamento de Edimburgo puede legislar para organizar un referéndum de independencia sin el beneplácito de Londres.

«Si la Corte decide que Holyrood tiene el derecho, como esperamos que lo haga, el 19 de octubre del próximo año habrá un referéndum de independencia», subrayó. La pregunta, en cambio, viene si falla en sentido contrario. ¿Qué recorrido le queda al independentismo escocés? Sturgeon apuntó que, en ese caso, respetarán la sentencia: «Creemos en el Estado de Derecho». También dijo que «tendremos que reflexionar como partido y movimiento». Pero insistió en su plan B: «Fundamentalmente, nos dejará con una elección muy simple. Presentar nuestro caso de independencia al pueblo en unas elecciones o renunciar a la democracia escocesa. No sé ustedes, en realidad lo sospecho, pero yo nunca, nunca renunciaré a la democracia escocesa».

Señaló que «si Westminster tuviera algún respeto por la democracia escocesa, esta audiencia judicial no sería necesaria», pero que «al no tenerlo», este conflicto «siempre estuvo destinado a terminar en los tribunales, tarde o temprano», justificando el haber sido ella quien presentase el caso en la Corte Suprema.

Sturgeon recordó que, en la campaña de 2014, frente a la «incertidumbre» de la independencia, el unionismo presentó «la estabilidad» de Reino Unido. Desde entonces, citó, «Brexit, austeridad, caos y catástrofe».

El Partido Laborista, al igual que a lo largo de los tres días, también estuvo presente en el discurso de Sturgeon, recordando que hace ocho años «prefirió un Gobierno tory que una Escocia independiente» y que ahora está haciendo lo propio tras insistir Keir Starmer en que, en caso de llegar al Ejecutivo británico, él tampoco negociará un referéndum sobre la independencia de Escocia. «Para Escocia, el problema no es solo qué partido está en el poder en Westminster. El problema es Westminster», remarcó la líder nacionalista.

Crisis energética

Toda la conferencia estuvo encaminada a este discurso final, que sirvió como resumen de las decenas de propuestas que se debatieron. La principal de ellas, junto a la independencia, la crisis energética. Y Sturgeon ligó ambas: «Sé que algunas personas preguntan, y no es una pregunta ilegítima, ¿por qué proponer un referéndum en medio de una crisis del costo de vida? La respuesta está en la pregunta. La respuesta es la crisis del costo de vida».

Recordó que hace 10 años el apoyo a la independencia era del 23%, hace cinco era del 45% y que ahora supera el 50%. Y reclamó a los asistentes «seguir insistiendo», sobre todo entre aquellos que «todavía no están convencidos».

Y las oportunidades energéticas con las que cuenta Escocia, en este momento, son una de las armas principales del independentismo. «Aberdeen es la capital europea del petróleo. Aberdeen y el noreste están en el centro de nuestra transición justa hacia un futuro de cero emisiones netas. Convirtámosla en la capital cero neto del mundo», apuntó Sturgeon.

Remarcó el deber de «retribuir a todos aquellos que trabajan en esa industria», en referencia al gas y petróleo, y apoyarlos para desarrollar nuevos empleos en energía verde. «Esa ambición nos llevó a establecer el Fondo de Transición Justa de 500 millones de libras para esta región. Hoy puedo anunciar que los primeros 22 proyectos acaban de recibir una financiación de más de 50 millones de libras esterlinas. Estos proyectos apoyarán la producción de hidrógeno verde; el desarrollo de la tecnología undimotriz y mareomotriz». Y, junto a todos ellos, presentó uno que logró llamar la atención de los presentes: usar los desechos del whisky (patrimonio de Escocia) para reciclar baterías de vehículos eléctricos.