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Desembarcan en el puerto occitano de Tolon los rescatados por el Ocean Viking

El barco Ocean Viking llegó ayer con 230 personas rescatadas a bordo al puerto de Tolon, en Occitania, después de que el Gobierno francés posibilitara su atraque ante el silencio de las autoridades de Italia, reacias a permitir la llegada de migrantes tras el cambio de Ejecutivo. París, que cierra sus fronteras con Italia y el sur de Euskal Herria a los migrantes, arremetió contra Roma.

Una de las personas desembarcadas en Tolon sube al autobús que le llevará a Hyeres. (Christophe SIMON | AFP)

El fin de un «calvario», declaró a AFP Laurence Bondard, de la ONG SOS Méditerranée, que opera el barco Ocean Viking, que a primera hora de la mañana de ayer atracó en la base naval de Toulon, en Occitania.

Allí desembarcó a las 230 personas rescatadas en el Mediterráneo, entre ellas cerca de 60 menores, después de tres semanas de pulso con el nuevo Gobierno de Italia, que ni siquiera respondió a sus múltiples peticiones de un puerto seguro, ya que era el destino más cercano. Esta situación ha multiplicado los ataques mutuos entre París y Roma.

El Ejecutivo francés afirmó que la autorización se daba bajo la premisa de que se encargará solo de parte de estas personas, que serán repartidas entre distintos países europeos. En nombre de la «solidaridad europea», según dijo el ministro galo de Interior, Gérard Darmanin, dos tercios serán reubicados en Alemania, Croacia, Rumanía, Bulgaria, Lituania, Malta, Portugal, Luxemburgo e Irlanda.

Darmanin adelantó que se expulsará «sin demora» a todas aquellos que no tengan derecho a territorio o asilo. La llegada se produce en plena presentación de un proyecto de ley sobre inmigración en el Estado francés, que prevé agilizar la expulsión de aquellos a quienes se les haya denegado.

La secretaria de Estado francesa para Asuntos Europeos, Laurence Boone, criticó al Gobierno italiano por su postura en el caso y denunció que «no ha respetado el mecanismo europeo con el que está comprometido». «Hay una ruptura de la confianza, ya que se ha registrado una decisión unilateral que pone en peligro la vida (de los migrantes a bordo del barco) y que no va en línea con el Derecho Internacional», explicó.

En la misma línea, Darmanin calificó de «inaceptable» la posición del Ejecutivo de Giorgia Meloni.

En respuesta al cambio de políticas en Italia, París también ha decidido dejar de aplicar un acuerdo europeo que le lleva a acoger en un año a 3.500 migrantes llegados a territorio italiano, según Franceinfo, dentro de un pulso político que llevaba días ya gestándose.

SOS Mediterranée dijo el jueves que recibía la noticia del puerto «con una mezcla de alivio y enfado», ya que considera que la polémica de los últimos días evidencia la «manipulación política» de las operaciones de rescate, y volvió a reclamar de forma «urgente» a la UE el establecimiento de un mecanismo «predecible» para desembarcar a las personas rescatadas.