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Los apoyos internacionales a Castillo y las protestas cuestionan a Boluarte

El apoyo que México, Colombia, Bolivia y Argentina dieron al destituido presidente Pedro Castillo y las protestas que reclaman la convocatoria de elecciones -y en las que ya han muerto siete personas- disputan la legitimidad del Gobierno de Dina Boluarte en Perú. Castillo rehusa renunciar y responsabilizó a Boluarte de la represión.

Barricada en la carretera Panamericana, en Arequipa. (Diego RAMOS | AFP)

El apoyo de los Gobiernos de México, Colombia, Bolivia y Argentina a Pedro Castillo pone en solfa al nuevo Ejecutivo peruano presidido por Dina Boluarte. En un inusual comunicado conjunto de los cuatro Estados pidieron a las instituciones peruanas que respeten «la voluntad ciudadana en las urnas» y recuerdan que Castillo, desde el día de su elección, «fue víctima de un antidemocrático hostigamiento, violatorio del artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos».

Además, mantienen su reconocimiento a Castillo como presidente de Perú en contra de la destitución decidida por el Congreso. El Gobierno peruano les respondió pidiendo que respeten las decisiones internas del país.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, rechazó las acusaciones de «injerencismo» pero insistió en reconocer la presidencia de Castillo al argumentar que él ganó las últimas elecciones y que su destitución «tiene un problema, una falla antidemocrática de origen».

Por su parte, Castillo sostuvo que está «injusta y arbitrariamente detenido» al presentar sus argumentos en una audiencia del tribunal que revisa la apelación del arresto. «Jamás renunciaré, ni abandonaré, esta causa popular que me ha traído acá», añadió.

Además, responsabilizó a la nueva jefa de Estado, Dina Boluarte, «del feroz ataque a sus compatriotas» en las protestas de los últimos días, en las que han muerto siete manifestantes, dos de ellos menores, y que han cerrado carreteras y los aeropuertos de Arequipa y Cuzco. La presión de las protestas también ponen al Ejecutivo bajo presión y ayer Boluarte anunció que intentara «acortar los plazos» para la celebración de elecciones, que planteó adelantar a abril de 2024, pero que las movilizaciones exigen que se convoquen de inmediato, además del cierre del Congreso y de la convocatoria a una Asamblea Constituyente.

La presidenta trata de desligarse del rechazo a Castillo afirmando que ella no ha provocado esta crisis y ordenando a la Policía que no recurra a «armas letales», aunque los jefes policiales indicaron que harán lo contrario, elevar la dureza de su respuesta.

Además opinó que Castillo, que la tachó de «usurpadora», está siendo manipulado por su entorno. Las actuales autoridades apuntan a varios congresistas y a ex primeros ministros como instigadores de las protestas y del paso dado por Castillo al intentar disolver el Legislativo.