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La Justicia de Suecia frena la extradición de un periodista reclamado por Turquía


El Tribunal Supremo de Suecia denegó ayer la extradición de un periodista turco exiliado cuya detención y envío a Turquía había solicitado Ankara, en el contexto de las demandas turcas en relación con la aprobación de la adhesión del país escandinavo a la OTAN.

El Alto Tribunal Supremo se opone a la extradición de Bulent Kenes, señalado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por su supuesta vinculación con el fallido golpe de Estado de 2016 y con la red que encabeza el clérigo exiliado Fethullah Gülen.

Aprecia «varios obstáculos» para esa extradición, como que los delitos que se le imputan no están tipificados en Suecia, y que los supuestos delitos entren dentro de la categoría de «delitos políticos, es decir, delitos que están dirigidos contra el Estado y que son de naturaleza política», según un comunicado de la Corte. Y sostiene que en este caso «existe el riesgo de persecución en base a las opiniones políticas de esta persona».

Kenes, ex redactor jefe del diario gülenista anglófono “Today's Zaman”, es uno de los 54 periodistas cuyos bienes ordenó incautar un tribunal turco por sus presuntos vínculos con la cofradía de Gülen, al que Turquía considera instigador del fallido golpe de Estado de julio de 2016. Entre los periodistas señalados se encuentra también Ekrem Dumanli, ex redactor jefe del periódico gülenista “Zaman”, el más leído de Turquía hasta su cierre.

El fallo llega después de que el 3 de noviembre se conociera que Suecia extraditó a Turquía a Mahmut Tat, miembro del PKK refugiado en el país nórdico tras ser condenado en 2015 por tribunales turcos a 6 años y 3 meses de cárcel, y que estaba entre las personas cuya extradición llevaba tiempo pidiendo Ankara a Estocolmo.

Nueva traba

Ankara condiciona la ratificación de la entrada en la OTAN de Suecia y Finlandia a la entrega de una treintena de ciudadanos turcos y kurdos acusados de «terrorismo» por su pertenencia al PKK y a otras organizaciones.

El fallo del Supremo añade una nueva traba al acercamiento político de Estocolmo y Ankara en estos últimos meses, imprescindible para completar el proceso de adhesión de Suecia a la OTAN, que debe ser ratificada por sus 30 socios.