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Techos


Se van rompiendo los techos de cristal y de cemento, y en las artes escénicas las mujeres van ocupando puestos de responsabilidad. Irene Pardo, hasta ahora una de las directivas de la Red de Teatros Públicos, ha sido nombrada directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, encuentro referencial para el teatro del Siglo de Oro español.

En este caso es un nombramiento directo desde el INAEM, sin convocatoria, y han optado por una mujer preparada de manera contrastada, que viene de la gestión cultural, no de la dirección, la dramaturgia o la interpretación. Asunto que viene a abrir de nuevo el debate sobre la idoneidad para atender mejor direcciones de festivales o teatros de esta envergadura, ya que cuando se nombra a directores artísticos parece que gran parte de su energía se dedica a la propia acción artística, que resulta catapultada de manera que parece hasta sobredimensionada.

Y en este caso, la mirada de gestora puede contribuir a dotar al festival veraniego de una mayor enjundia organizativa, sin perder para nada la capacidad de producir, coproducir y programar, desde la vigilancia y el soporte técnico, y que confluya todo en una calidad artística de conjunto en el festival. Es imparable esta visualización de la mujer en cargos de alta responsabilidad, lo que viene a significar un reajuste de las fuerzas de producción y creación sin prejuicios y con el añadido de esa carga de otra manera de entender las relaciones de poder y la sensibilidad, entre otros muchos factores que deben contribuir a la mejora del conjunto.