2022 ABEN. 29 Crece la ola de trabajadores británicos en huelga, la mayor en una generación Gran Bretaña se enfrenta a una tormenta perfecta de huelgas: enfermeras, carteros, ambulancias, ferroviarios, operarios de los controles fronterizos... paralizan un estado que ha visto cómo la inflación supera el 10%, el coste de la vida se dispara y el Gobierno, además de recurrir al Ejército, se niega a permitir subidas salariales de dos dígitos. Protesta de enfermeras en una oleada de huelgas a la que se han sumado ferroviarios, maestros, transportistas, carteros... (Niklas HALLEN | AFP) GARA LONDRES Gran Bretaña está celebrando las fiestas de Navidad más convulsas en décadas. Las huelgas se acumulan en medio de un descontento e indignación generalizada por los bajos salarios ante una inflación récord, en una coyuntura de recesión galopante. Los últimos en sumarse a la lista, en declararse en pie de guerra y apostar por medidas de fuerza han sido los ferroviarios y los trabajadores de aduanas, lo que ha dificultado el desplazamiento de mucha gente en estas fechas, y ya planifican sus próximas protestas. Se suman así a los trabajadores del sistema sanitario, de la enseñanza y a los transportistas. Y la ola de huelgas no hace más que crecer en sectores críticos para el estado. Para hacerse una idea, habiendo parado o teniendo intención de parar los trenes, el servicio postal, las aduanas, el personal de enfermería y los conductores de ambulancias, cabe imaginarse cómo puede funcionar un país. Y todo indica que la ola que amenaza con paralizarlo por completo está lejos de llegar a su fin. Todos los sectores en huelga exigen, básicamente, lo mismo: una subida de sueldos que se ajuste al encarecimiento de la vida por la elevada inflación -alcanzó un 11,1% en octubre, su nivel más alto en 41 años-, en un momento en el que el primer ministro conservador, Rishi Sunak, ha reconocido que el país está en recesión. Así, los sindicatos de trabajadores ferroviarios han rechazado la oferta de la patronal del Network Rail de un aumento salarial del 5% al considerarlo insuficiente. Por su parte, el Real Colegio de Enfermería británico exige una subida salarial del 19% en respuesta al aumento de la inflación y a lo que considera una importante pérdida de poder adquisitivo en la última década. En el caso de los empleados de equipaje, alegan que a los trabajadores de carga se les ofreció un aumento salarial retroactivo del 9,5% y un 1% adicional a partir de enero de 2023, pero a ellos únicamente se les ofreció un aumento de tarifa fija. Totalmente inasequible Por el momento, el Gobierno británico dice estar a favor de un «acuerdo justo» para acabar con las huelgas, pero se ha negado a ceder ante las peticiones de aumento salarial en el sector público, aunque sí que se han resuelto algunas disputas más pequeñas en el sector privado. El Ejecutivo de Sunak alega que los aumentos salariales que se exigen son totalmente inasequibles y que aumentar los salarios para igualar la inflación solo empeoraría el problema. Según declaraciones del ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, ese aumento salarial «prolongaría el dolor para todos» e impediría el crecimiento económico a largo plazo. Por contra, Rishi Sunak sí que promete introducir «nuevas leyes», lo suficientemente duras para atajar las repercusiones de las huelgas. Y se ha asegurado de que el Ejército cubra los servicios mínimos. Cuatro de cada diez médicos del NHS dejarán sus puestos Según una encuesta de la British Medical Association (BMA), cuatro de cada diez médicos jóvenes planean dejar el Servicio Nacional de Salud (NHS) tan pronto como puedan. Los salarios y las deficientes condiciones de trabajo son las principales razones para querer encontrar otro destino. Y un tercio de ellos tiene la intención de hacerlo en los próximos 12 meses, siendo Australia la primera opción de destino. Ante la gravedad de la situación, aumentan las voces que afirman que el servicio de salud público no podrá hacer frente a tal éxodo. Según la BMA, durante años el NHS fue «la envidia del mundo», pero sin la experiencia de sus médicos «el país enfermará más». No acepta una «atención médica empobrecida» y adivierte de que «en 2023 estaremos junto a los pacientes, constituidos en una fuerza laboral organizada, lista para actuar». GARA