GARA Euskal Herriko egunkaria

«Mars Attacks!» y torpeza geopolítica


Presionado por la bancada republicana, el octogenario presidente Joe Biden, quien tardó días en ordenar el derribo de un globo chino, meteorológico o espía -seguro que ambas cosas- le debió coger el gusto y ha tumbado desde entonces varios «fenómenos volantes no identificados» (FVNI) que, reconoce ahora el Consejo de Seguridad de EEUU, ni son extraterrestres -algo que un general no descartaba el pasado fin de semana- ni son chinos, y mucho menos espías.

Resulta que los FVNI (el Pentágono tuvo la agilidad de utilizar el acrónimo de fenómenos para no identificarlos con el fenómeno OVNI de los setenta y ochenta) son probablemente globitos o cilindros con fines comerciales o de investigación que se mueven a merced del viento y sin propulsión.

Habrá quien intente justificar semejante celo por la alarma generada ante el primer avistamiento. Tampoco seré yo quien ponga la mano en el fuego sobre todo lo que se mueve ahí arriba, por encima de nuestras cabezas.

Pero que la aún primera potencia mundial haga semejante ridículo explica mejor dónde estamos que el más sesudo análisis geopolítico.

Un síntoma de debilidad-temor ante su gran rival asiático que se une al intento de criminalizarlo, de presentar a China como el nuevo «gran Satán» que nos vigila desde los cielos.

Histrionismo que acaba finalmente por resultar contraproducente para sus propios intereses (y es que mira que no hay motivos reales para criticar y desconfiar de China, -casi- tanto como de los propios EEUU).

Tim Burton tendría el mejor material para dirigir una secuela de “Mars Attacks!”. Con Biden en el papel del presidente Jack Nicholson.