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CAMBIO EN EL SISTEMA DE JUBILACIONES

CCOO y UGT respaldan la reforma de las pensiones que avaló Bruselas

El Ejecutivo español y los sindicatos mayoritarios del Estado, CCOO y UGT, calificaron como «histórica» y un «referente» a nivel europeo la segunda parte de la reforma de las pensiones, que ahora debe pasar por el Congreso y necesitará el apoyo de ERC y EH Bildu. Los empresarios quedan fuera del acuerdo, al igual que el PP, que ha mostrado una oposición formal a este pacto.

El ministro Escrivá, tras conseguir el respaldo de los sindicatos CCOO y UGT. (Europa PRESS)

El Gobierno español y los sindicatos CCOO y UGT firmaron ayer el acuerdo que cierra la reforma de las pensiones, un texto acordado tras intensas negociaciones en el seno del Ejecutivo de coalición y con Bruselas, que está centrado en aumentar los ingresos del sistema para garantizar su sostenibilidad. La patronal se desmarcó del acuerdo, al igual que ocurrió con la subida del salario mínimo a 1.080 euros.

El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, aseguró que con los cambios introducidos, quedará garantizada «la sostenibildiad del sistema». Se espera para hoy el visto bueno del Consejo de Ministros para que este segundo -y último- bloque de reformas del sistema de pensiones pase por el Congreso cuanto antes.

La aritmética para sacar adelante esta reforma pasa por un entendimiento con los socios de investidura, debido a la enérgica posición contraria que ha adoptado el PP. PNV ha despejado ya las dudas sobre su posición: votará que sí. La pelota está, de nuevo, en el tejado de ERC y EH Bildu. La postura que han manifestado hasta la fecha es posibilista.

Unai Sordo, secretario general de CCOO, calificó el acuerdo de «revolucionario», nada menos. «Tenemos un reto de aquí a 2048 y no podemos negarlo. Si pasamos de diez a quince millones de personas jubiladas, ¿qué hacemos? ¿Gastamos el mismo dinero que cuando eran diez y recortamos las pensiones o reforzamos estructuralmente los ingresos? Hemos optado por lo segundo», resumió.

La idea es que, con los cambios que se han introducido, el dinero que se destina a las pensiones se eleve del 12% al 15%. Se prevé un aumento de los ingresos de 15.000 millones anuales, mientras que el gasto solo se incrementaría en 2.500 millones.

Los empresarios sostienen que, si las cotizaciones aumentan, la competitividad de las empresas bajará, por lo que habrá más paro. Esto es, básicamente, emplean el mismo argumento que ya esgrimieron para desmarcarse de la subida del salario mínimo.

El aumento de los ingresos que se destinarán a pagar las pensiones de quienes nacieron durante el baby boom se desplegará de forma paulatina en varios de sus aspectos fundamentales, como la cuota de solidaridad de los salarios más altos (que empezará en el 1% y acabará en el 6% en 2050) y el denominado «alza del mecanismo de equidad intergeneracional», que se acabará doblando en ese mismo periodo.

Hay cambios en cómo se determina la cuantía a percibir. La pensión se calculará en función de los últimos 25 años de cotización, si bien podrá ampliarse a 29, descontándose a conveniencia los dos años en los que se cotizó menos.

Asimismo, la reforma incluye que entre 2024 y 2027 las pensiones mínimas subirán por encima de la inflación, lo que supondrá un alza de alrededor del 22% de la pensión mínima contributiva con cónyuge a cargo, que pasará de 966,20 a 1.178,50 euros al mes.

De este modo, se fija que la pensión mínima contributiva con cónyuge a cargo debe alcanzar el 60% de la renta mediana de un hogar de dos adultos: 16.500 euros anuales en 14 pagas en el año 2027.

Otro de los hitos fundamentales que incluye el acuerdo es el llamado «destope» de los ingresos más altos. A día de hoy existe un techo de ingresos a partir del cual ya no se paga más, fijado en los 4.500 euros al mes. Este límite era uno de los más bajos de la UE y se ha pactado ampliarlo.

Existen, por otra parte, sombras. Todo el sistema quedará supervisado por la AIReF. Si este ente prevé que el cálculo supera ese 15% del PIB se prevé activar el Pacto de Toledo para negociar dónde habría que recortar.

Todo esto implicará que las cotizaciones sociales por hora trabajada suban 37 céntimos hasta 2050, hasta los 6,37 euros, según la presentación del ministro en el Pacto de Toledo.

Escrivá, por ello, defendió que los cambios tendrán un «impacto limitado» en la economía, y subrayó que las cotizaciones «se mantendrán por debajo de las de otros países europeos, manteniendo el nivel de competitividad de la economía española».

Dudas en Euskal Herria

El portavoz del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria Iñaki Olea consideró ayer que existe «alguna mejora» en la reforma de las pensiones acordada, aunque cree que hay que leer «la letra pequeña», porque uno de los puntos acordados, el tercero, plantea «una posible privatización de las pensiones», con la que están en total desacuerdo.

El portavoz de los pensionistas preguntó por el hecho de que se quieran hacer planes de pensiones en los convenios para cuando el trabajador sea «mayor». «¿En qué sitio se va a hacer?, lógicamente se hará en grandes empresas, en la banca, en instituciones públicas, pero las personas que andan trabajando en un bar, en un comercio, en empresas no muy grandes... no van a poder tener eso. Y no solamente eso, sino que esos planes se van a ‘meter’ en convenio, porque pone que deberán ser puestos en convenio colectivo y que son legales. ¿Van a cotizar a la Seguridad Social? ¿Van a ser también detraído de ellos el IRPF? Es también la pregunta que yo me hago», sostuvo.&discReturn;