«Me gustaría estar mejor, pero ves los treinta que tengo por delante y no me puedo quejar»

El de Uharte Arakil es a sus 20 años el corredor vasco más joven de la Itzulia y solo una caída y un pinchazo en la bajada de Leitza le han impedido estar todavía mejor del 31º puesto que ocupa en la general, segundo Pro Team, solo superado por Víctor de la Parte.

Igor Arrieta ha preparado a conciencia la Itzulia en Sierra Nevada. Demostró en Lizarra, 19º, y con los 45 segundos perdidos en Hika y en Santurtzi que llega bien a una carrera en la que le atrae la última etapa, en la que el año pasado entró en la fuga en su debut en el World Tour.

¿Qué balance realiza de las cuatro primeras etapas?

En la segunda perdí dos minutos porque pinché justo cuando Soler se cayó y tuve la mala suerte de caerme. Era una bajada que conozco, carreteras por las que me entreno, y por eso iba bien colocado entre los diez primeros. Sabía que podía haber algún corte. Lo importante es que estaba ahí. En Hika me sentí muy bien y en La Asturiana también. Se fue un grupo tras Landa y Vingegaard y me han faltado diez segundos para estar con ellos cuando llegaba el decansillo del puerto. Me gustaría estar más adelante, pero ves los 30 que tengo delante y no me puedo quejar, es para estar contento.

¿Cómo ve la Itzulia y qué día le gustaría intentarlo?

La Itzulia tiene siempre un recorrido con tensión, con bajadas, carreteras estrechas y subidas muy duras. Ves a los de adelante por la tele y parece que van hasta despacio, pero la mayoría del pelotón piensa que vamos muy rápido. Las dos etapas que quedan son muy duras, sobre todo la de Arrate, pero la quinta también tiene lo suyo. A mí me gusta la última etapa, el año pasado me encontré bien, estuve escapado, son puertos que conozco y la afronto con ganas. Hay gente muy fuerte, pero viendo las sensaciones que tengo, estaría bien pelear una fuga.

El año pasado debutó y fue séptimo en O Gran Camiño y sexto en Asturias sin suerte en el Tour del Porvenir...

Era el objetivo y no llegué bien por cosas que no puedes controlar, como ponerte enfermo y las caídas. Fue un final con sabor de boca no tan bueno, pero el año estuvo bien. Este inicio no ha sido tan bueno como el pasado, pero desde Indurain me noto muy bien y con ganas de seguir así. Acabé 19º porque se me escapó el grupo de doce por precipitarme en el último muro. Arrancar desde abajo con gente tan fuerte lo pagas arriba. Las sensaciones fueron buenas, pero el resultado pudo ser mejor.

¿Su segunda Itzulia era el objetivo de la temporada?

El año pasado no había corrido ninguna carrera del World Tour, fue mi primera experiencia, y me sirvió para comprobar que como aquí no hay muchas carreras, con esta afición, con mucha gente que te anima... Esta temporada era la carrera que tenía más marcada en el calendario porque es la de casa y siempre tienes ganas de hacerlo bien aquí. La he preparado en altura en Sierra Nevada, donde nos hemos juntado un grupo bueno para entrenarnos y la preparación parece que ha ido bien y estoy con ganas de ver si un día se puede estar más adelante.

¿Ha sido un comienzo de año complicado para el equipo al quedar fuera de la Vuelta?

Es un golpe duro porque siempre quieres estar en la Vuelta al ser la carrera que te da más visibilidad, pero el equipo trabaja bien y, aunque los resultados no han salido como queríamos, seguiremos peleando.

¿Cuales serán los objetivos después de la Itzulia?

Iré a Flecha y Lieja, son pruebas, un Monumento, que las ves por la tele y te hace mucha ilusión estar ahí. Siempre las he visto de pequeño y voy con ganas. Luego corro unas clásicas francesas y, si todo va normal, en mayo descanso para preparar el resto del año.

Al no poder correr la Vuelta, ¿le gustaría volver al Tour del Porvenir para desquitarse?

Viendo que a la Vuelta no vamos, hay que mirar otros objetivos y este año me gustaría afrontarlo de la mejor manera. El año pasado no pudo ser, pero hay que seguir, no me quitó las ganas. No he hablado con el seleccionador, pero ya me han dicho que le gustaría que corra con la selección sub23.