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Lula y Xi defienden un comercio más allá del dólar y el diálogo ante la guerra

Brasil y China acordaron ayer fortalecer el comercio en divisas locales y no en dólares y reiteraron su apuesta por el diálogo para poner fin a la guerra en Ucrania. Instaron también a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos de financiación para hacer frente al cambio climático.

Lula da Silva y Xi Jinping estrechan sus manos tras la firma de varios acuerdos en Pekín. (Ken ISHII | AF)

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, culminó ayer un viaje oficial a China que supone una declaración de intenciones sobre la hoja de ruta que el país sudamericano quiere trazar, un camino que pasa por el gigante asiático en medio de la creciente hostilidad entre Pekín y Washington. El jueves, en Shangái, Lula proclamó que «Brasil está de vuelta en la escena internacional» y que la profundización de la relación de su país con China no es negociable.

Durante su reunión ayer con su homólogo chino, Xi Jinping, Lula abogó por profundizar los lazos con China «más allá del interés comercial» y recogió el guante del «multilateralismo verdadero» que respalda Pekín para apostar por el engarce de las economías y mercados brasileño y chino frente al desacoplamiento que propugna Estados Unidos.

Xi manifestó a Lula que sus relaciones «jugarán un papel clave para la estabilidad y paz mundiales» y ambos publicaron una declaración conjunta en la que destaca la idea de establecer operaciones directas de transacciones comerciales entre Brasil y China en yuanes y reales, «sin necesidad de dolarización».

La víspera, Lula ya cuestionó por qué todos los países «están obligados» a comerciar en dólares y si no era ya hora de «innovar». En ese sentido, puso en valor el Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) -que preside desde el jueves Dilma Rousseff- como institución desde la que comerciar y financiar a través de monedas locales.

Además, en la declaración se defiende la salida negociada como la única factible para terminar con la guerra en Ucrania. Refleja que Brasil «ve positivamente» la postura china sobre el conflicto, criticada por los aliados occidentales de Ucrania, y ambas partes quedaron en mantener «intercambios» al respecto.

China y Brasil acordaron, asimismo, que «no se puede omitir el impacto del cambio climático» y se emplazaron a «fortalecer la cooperación en los campos de protección ambiental». Al mismo tiempo, instaron «a los países desarrollados a honrar sus obligaciones no cumplidas de financiamiento climático y a comprometerse con su nueva meta colectiva, que va mucho más allá de los 100.000 millones de dólares por año» destinados a los países pobres para hacer frente a sus efectos.

Lula y Xi presidieron también la firma de 14 acuerdos para estrechar lazos en el área comercial, protocolos fitosanitarios, tecnología, desarrollo, transición energética y otros ámbitos de colaboración en el marco de la asociación estratégica bilateral.