El espíritu de Del Horno para ganar en el Bernabéu y los 10 millones en juego

El de Gallarta abrió el marcador en el último triunfo rojiblanco en Madrid en 2005. Con Ernesto Valverde en el banquillo, a Pablo Orbaiz le «robaron» un gol desde medio campo y fue Andoni Iraola el que sentenció el duelo frente a los «galácticos» de Zidane.

El Athletic está obligado a ganar en la última jornada en el Bernabéu (18.30) para tener opciones de disputar la Conference League el próximo curso. Necesita también que Osasuna no logre la victoria en El Sadar ante el Girona para acceder a la séptima plaza. Además del puesto europeo, se juega unos 10 millones de euros en ingresos por la televisión. El puesto final en la clasificación influye en el reparto de dinero. Así, el séptimo percibiría unos 18 millones de euros y el octavo recibiría alrededor de 12,5 millones de euros. Una derrota o un empate, dependiendo de los resultados del resto de equipos, podría suponer bajar hasta la undécima posición en la que la cantidad disminuye hasta algo más de 8 millones.

El equipo se ha caído en el tramo final de la temporada y encadena una racha de cuatro puntos en los últimos siete partidos. Los precedentes en las visitas al feudo madridista tampoco invitan al optimismo. El conjunto rojiblanco lleva casi veinte años sin ganar en el Santiago Bernabéu. La última victoria se remonta a un 19 de febrero de 2005 de la jornada 24 de Liga.

El Athletic se presentaba en Madrid tras remontar un 0-3 ante el Betis en San Mamés para acabar empatando (4-4). El conjunto rojiblanco llegaba pletórico después de alcanzar las semifinales de Copa y con la eliminatoria de UEFA contra el Austria de Viena en el horizonte. Toda la ilusión se iría después al traste con la derrota europea y la fatídica tanda de penaltis en Copa. Era la segunda temporada al frente del primer equipo de Ernesto Valverde. Una campaña en la que se consiguió el histórico 1-7 ante el Standard de Lieja.

SIN URZAIZ NI LLORENTE

El Real Madrid de los galácticos construído por Florentino Pérez ya había empezado a bajar el rendimiento y optó por resevar jugadores debido al cruce en Champions League contra la Juventus. El once estuvo compuesto por Casillas en la portería; Michel Salgado, Samuel, Helguera y Raúl Bravo en defensa; Beckham, Gravesen, Guti y Solari en medio campo; y Figo y Owen en punta.

Ernesto Valverde se decantó por Aranzubia; Murillo, Luis Prieto, Gurpegui, Del Horno; Iraola, Orbaiz, Tiko, Yeste; Etxeberria y Ezquerro. Dejó sin jugar a Urzaiz y Llorente, los delanteros centros con los que contaba en la plantilla, y apostó por la velocidad arriba, reforzando las bandas y la creatividad en el medio campo. La apuesta le salió redonda.

Para ganar en el feudo madridista hay que ser muy superior y contar con el arbitraje a favor, además del factor suerte a favor. Al conjunto rojiblanco le robaron un gol en el primer tiempo en un disparo lejano de Orbaiz desde el costado derecho que entró tras golpear el larguero. El colegiado no concedió el tanto. Los goles llegarían en la segunda mitad. Orbaiz colgó un balón desde la banda derecha y Del Horno lo envió de cabeza a las redes entrando desde atrás. Con la salida de Zidane, Ronaldo y Raúl el Real Madrid estuvo a punto de empatar, pero fue Iraola el que sentenció la victoria a pase de Ezquerro.

CINCO GOLES

El Athletic es el equipo al que más goles le ha marcado Benzema en su carrera. En la plantilla rojiblanca siempre ha habido jugadores que se han motivado de manera especial ante el Madrid. Y es que no hay ninguna duda de que es el rival al que más gusta ganar en Bilbo. Asier del Horno era de los que se crecía y ofreció su mejor nivel ante el conjunto blanco. Llegó a marcar cinco goles ante los madridistas, cuatro de ellos fueron en San Mamés y el último en la victoria del Bernabéu.

Nacido en Gallarta en 1981, fue un lateral zurdo con una clara vocación ofensiva y mucha casta que despertó el interés de grandes clubes europeos. El todopoderoso Chelsea de Abramovich acabó fichándolo en el verano de 2005 a cambio de 12 millones de euros. Fue titular con Mourinho hasta la expulsión ante el Barcelona en Champions por derribar a Messi. El entrenador portugués perdió su confianza y salió traspasado al Valencia. Empezó con un calvario de lesiones del que nunca logró recuperarse. Tampoco el curso que estuvo cedido en el Athletic de Caparrós. Después jugó a préstamo en Valladolid y Levante y acabó retirándose en el conjunto granota en 2012.