Matriarcado submarino

A distancia muy considerable de la que fue la primera película de Pixar dirigida en solitario por una mujer, “Red”, lo nuevo de DreamWork, vuelve a incidir en una constante habitual, trasladar a imaginarios más o menos fantásticos, cuestiones relativas a los padeceres y circunstancias que nos atañen a los humanos. En esta oportunidad, y retomando “Red”, la película aborda como temática los desórdenes emocionales que padece una adolescente. La joven, que debe hacer frente a todas las cuestiones relacionadas con su instituto, descubre que en cuanto toca un poco el agua del mar su fisonomía cambia por completo, transformándose en la criatura mitológica a la que alude el título. En esa su recién descubierta forma acuática, la protagonista se encuentra con otro tipo de problemas que atañen a su función de heredera de un reino sumarino que está siendo acosado por diferentes criaturas.

Kirk DeMicco y Faryn Pearl han puesto en imágenes un proyecto interesante que, además de combinar los desórdenes de la pubertad y readecuarlo a un entorno diferente y que se rige por reglas diferentes, coloca en una tesitura muy diferente a otros seres mitológicos, las sirenas, las cuales vuelven a recuperar su aspecto más pérfido. Técnicamente, “Ruby, aventuras de una kraken adolescente” cuenta con un acabado visual más que correcto y a ratos espectacular. Su vibrante ritmo se asemeja al de los enloquecidos dibujos animados de la Warner y su bestiario submarino resulta curioso y divertido. Otra cuestión a tener en cuenta, y que cada vez figura en más producciones animadas, es el importante rol que adquieren las mujeres dentro de un contexto en el que se reivindica el matriarcado. Un aspecto que queda subrayado en su reparto de voces originales con las presencias de Jane Fonda y Toni Collette.