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Se reactiva la protesta tras el avance de la reforma judicial de Netanyahu

Miles de israelíes volvieron a salir ayer a las calles para demostrar su rechazo al avance legislativo de la reforma judicial que impulsa Benjamin Netanyahu, después de que la Knesset aprobara en primera lectura la ley que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permite al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales.

Multitudinaria protesta anoche en Tel Aviv. (Ahmad GHARABLI | AFP)

Los cortes de carretera, la quema de neumáticos y las manifestaciones multitudinarias se repitieron durante toda la jornada de ayer, en la que se registraron al menos 66 detenciones, después de que la Knesset -Parlamento israelí- decidiera otorgar el primer visto bueno a la polémica reforma judicial propuesta por el Gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu.

De madrugada, los diputados aprobaron en primera lectura la ley que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permite al Supremo revisar y revocar decisiones del Ejecutivo, uno de los pilares de esta reforma judicial.

Mientras cientos de manifestantes protestaban fuera de la Knesset, en Jerusalén, y algunos se colaban dentro, el proyecto de ley pasó con 64 de votos a favor y 56 en contra, tras una agitada sesión plenaria. Tras la votación, los legisladores de la oposición gritaron «vergüenza» mientras los miembros de la coalición celebraban la victoria.

El jefe del comité de Constitución, Ley y Justicia, el ultraderechista Simcha Rothman, ya está preparando el documento para llevar a cabo la votación en segunda y última lectura lo antes posible, y siempre antes del receso estival que comienza el 31 de julio.

Es la primera aprobación de un proyecto de ley relacionado con la reforma judicial desde que Netanyahu congelara su tramitación en marzo, presionado por las protestas y una huelga general, para abrir paso a un diálogo con la oposición, que fracasó en junio.

«El espectáculo de terror de anoche en la Knesset sirvió como un claro recordatorio del momento crítico en el que nos encontramos. Frente a una coalición dictatorial, solo el pueblo puede rescatar a Israel», expresó la oposición, que llamó a «salvaguardar la democracia israelí».

Con banderas y pancartas con el lema “Juntos venceremos”, los manifestantes bloquearon vías vitales entre Jerusalén y Tel-Aviv, y las fuerzas de seguridad emplearon cañones de agua a presión para dispersarlos. Hubo 66 detenidos.

Por la tarde hubo protestas en el aeropuerto Ben Gurion y frente a la residencia de Benjamin Netanyahu, en Jerusalén, que acabaron con una gran concentración nocturna en el centro de Tel Aviv.

OTROS SUPUESTOS

El Supremo aún podrá revocar decisiones del Gobierno en base a otros supuestos como la desproporcionalidad, la discriminación o la ilegalidad; pero muchos juristas ven la razonabilidad como una garantía de la separación de poderes en un país donde Ejecutivo y Legislativo se funden, al gobernar siempre una coalición de partidos con mayoría parlamentaria.

Sin embargo, el líder opositor Yair Lapid acusó a la coalición de eliminar la razonabilidad para perseguir «objetivos corruptos y egoístas».

Por su parte, el arquitecto de la reforma, el ministro de Justicia, Yariv Levin, defendió que esta reforma «no pone al gobierno por encima de la ley», sino que permite a los legisladores acometer políticas por las que recibió el apoyo popular. «La situación en la que tres jueces ponen lo que es razonable para ellos, sus posiciones políticas, en contra de lo que determinó el pueblo, socava la base de la gobernabilidad democrática», aseguró.



Desalojan a dos ancianos palestinos a favor de colonos

Nora Gaith y Mustafa Sub Laban, un matrimonio de ancianos palestino fue desalojado ayer de su casa en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este tras resistir un mes oponiéndose a la orden de expulsión, después un litigio judicial de más de 45 años en que la Justicia israelí acabó resolviendo a favor de un grupo de colonos judíos. La familia Sub Laban-Gaith -que tenía condición de arrendador protegido desde 1953- libró una batalla legal con la asociación Atara Leyoshna, que se hizo con el título de propiedad amparándose en una ley que permite recuperar propiedades judías previas a 1948 -no así las palestinas arrebatadas a durante o tras esa guerra-, cuando la Ciudad Vieja quedó bajo control de Jordania. El TS dictó en febrero la rescisión del estatus de tenencia protegida. Según la ONG israelí Ir Amim, en la Ciudad Vieja y su entorno al menos cinco familias palestinas están en esa situación.GARA