Tercer triunfo de Evenepoel, el más fuerte entre el protagonismo vasco

El corredor flamenco hizo la selección definitiva en la subida a Erlaitz, a 70 kilómetros de meta, ataque al que solo pudieron responder Alberto Bettiol, Aleksandr Vlasov y un Pello Bilbao que le peleó la victoria en el Boulevard hasta los últimos metros.

Tercera victoria de Remco Evenepoel en la Clásica Donostia -también venció en 2019 y 2022-, al imponerse en los últimos metros a un Pello Bilbao que estuvo de sobresaliente, pero que no pudo con la potencia del de Schepdaal. Ion Izagirre fue quinto y Álex Aranburu, séptimo.

El de Soudal demostró que llega en un inmejorable estado de forma para intentar repetir el triunfo del año pasado en la Vuelta. De hecho, y después de no desgastarse compitiendo en el Tour, en la presente temporada acumula un palmarés muy similar a la anterior, repitiendo en la Lieja-Bastogne-Lieja y ahora en la Clásica donostiarra.

El ciclista flamenco, que cumplió con los pronósticos en la prueba vasca, gobernó además la carrera y la reventó cuando quiso, muy a su estilo de «el que pueda, que me siga». La selección definitiva la forzó en Erlaitz, a falta de más de 70 kilómetros para la línea de llegada. A esas alturas, por delante se había forjado una fuga con Mikel Iturria (Euskaltel), Julien Bernard (Lidl-Trek), Romain Bardet (DSM) y Nathan van Hooydonck (Jumbo).

Aunque dispuso de algo más de dos minutos, la aventura carecía de futuro y, consciente de ello, Bardet decidió dar otro punto de intensidad en dicha subida, solo pudiendo seguir su rueda Van Hooydonck. Pero era por detrás donde se estaba jugando el futuro de la carrera. Evenepoel decidió que ya bastaba de concesiones y que era el momento de dinamitar la prueba poniendo un ritmo que solo pudieron seguir otros tres ciclistas.

Pello Bilbao, Aleksandr Vlasov (Bora) y Alberto Bettiol (EF) se soldaron a la rueda del flamenco, en algunos momentos sufriendo lo suyo para mantener la pedalada del campeón del mundo. Ese cuarteto dio alcance a los fugados y más tarde los dejó atrás en las rampas de Mendizorrotz, donde también acabó cediendo Bettiol, mientras Bilbao y Vlasov se retorcían para continuar a la estela del maillor arcoiris.

DESORGANIZACIÓN

Mientras tanto, el pelotón, un tanto desorganizado y sabedor que en esta prueba dejar cierto margen es prácticamente mortal, fue perdiendo comba respecto a los tres más fuertes, aunque Felix Gall (AG2R) saltó del gran grupo en busca de la hazaña, siendo alcanzado posteriormente por Mikel Landa (Bahrain), que hizo de freno para apoyar a Bilbao.

No contento con haber reducido las opciones de triunfo a la competencia de solo dos rivales, Evenepoel todavía les apretó más las clavijas en la última subida a Murgil donde, a falta de medio kilómetro para la cumbre, cedió Vlasov, perdiendo todas sus opciones. Por contra, Pello Bilbao, que pareció pasar por un momento de crisis, se repuso de manera inmediata para descender ambos de manera vertigi- nosa hacia el Boulevard donostiarra, donde el flamenco llegó más entero.

Ambos se turnaron de manera continua para tirar y no ser alcanzados por el ciclista ruso -la fuga no peligró, pues a esas alturas la brecha ya se había ido hasta los tres minutos largos-, pero en el último relevo se puso en cabeza Bilbao, lo que le obligó a vigilar de manera continua la futura arrancada de su compañero de escapada. Esta acabó llegando, a lo que el de Gernika respondió de manera inmediata en primera instancia e incluso mantuvo el cuerpo a cuerpo con el flamenco durante unos cuantos metros, pero acabó cediendo.

CIRCUITO DE GETXO

Las dos subidas al muro de Pike -rampas de hasta el 20% de desnivel- pueden decidir el ganador del Circuito de Getxo - Memorial Hermanos Otxoa, que se disputa hoy en la que es la 78ª edición de la clásica vasca. Con un recorrido de 193,3 kilómetros y siete altos puntuables, corredores como Ion Izagirre (Cofidis), Oier Lazkano (Movistar), Juan Ayuso (UAE) -estos dos últimos se cayeron en Ordizia y eso se notó en Donostia-, Giulio Ciccone (Lidl-Trek), y los Bora Maximilian Schachmann y Aleksandr Vlasov parten con la vitola de favoritos.

En concreto, serán siete vueltas a un circuito de 23 kilómetros con llegada al muro de Arkotxa, una cuesta de 800 metros con tramos que alcanzan hasta el 14% de desnivel. Este año el excorredor homenajeado por la carrera, que ejerce de director honorífico, es Julián Gorospe, leyenda de los años 80 en el Reynolds, junto a Perico Delgado y Ángel Arroyo, entre otros, y uno de los mejores ciclistas vizcaínos de la historia.