Cucurrucucú paloma

El frenético pisador de jardines no da abasto. Hace nada que se encontraba «orando por España, porque hay cosas que solo soluciona la oración» ya que «resulta algo increíble que quien ha subvertido el orden constitucional sea quien tenga la llave del futuro de la nación, es una situación endiablada», léase el endemoniado Puigdemont, por habernos «entregado a las ideologías ajenas a nuestra nación». Y ahora lo vemos en Lisboa catequizando a jóvenes peregrinos de la JMJ que cantan el Cara al Sol y “Que te vote Txapote” mientras esperan al Papa Francisco. Carga Monseñoro Munilla en su primera catequesis en territorio luso, “Ecología Integral”, contra los que defienden los derechos de los animales y no condenan el aborto al tiempo que afirma que «nadie nace en un cuerpo equivocado». No dice mal, puesto que lo único que nace es el cuerpo, bastante más adelante viene el asunto del género y eso es otro cantar; claro que las razones que aduce el casto José Ignacio, o las sinrazones más bien, son que «Dios nos ha creado bien» y que «Dios no se equivoca». A mí no me ha creado nada bien, soy miope, mucho, veo menos que un pichón por el culo que diría mi amigo Isidro, además de un rosario de enfermedades molestas y, al parecer, congénitas. Que Dios no se equivoca es evidente, todavía no ha dicho ni mú. Dicen que dijo los que dicen que le oyeron; rumore, rumore que diría la Carrá; ni un solo enunciado empíricamente contrastable. A veces entro en alguna iglesia durante la misa y veo cómo hablan con Dios los creyentes, pero solo ritualizados monólogos, no veo diálogo por ningún lado. El tal Dios continúa apagado o fuera de cobertura. También carga el mosén.

La Virgen, que era tan dada en aparecerse en cuevas y en lo alto de encinas a impúberes pastorcillos analfabetos para combatir el comunismo, también ha hecho mutis por el foro, querido obispo, ni ha dicho esta boca es mía en relación a lo que tú llamas «ideología de género». A ver si no conoció varón porque no quiso, era animalista y le iba más la columbofilia.