GARA Euskal Herriko egunkaria
GAURKOA

Construyendo el mañana: la necesidad de impulsar nuevos proyectos estratégicos


Siete millones para siete cocineros” fue el titular de un periódico de alcance estatal cuando en 2011 la Fundación Basque Culinary Center (BCC) recibió la primera subvención para construir nuestro edificio. Los nuevos proyectos, los grandes proyectos, nunca son fáciles.

La cuestión es que, en un mundo en constante evolución, resulta imprescindible impulsar proyectos estratégicos en diferentes ámbitos de la economía y sociedad que nos permitan asegurar nuestro presente y nuestro futuro. Entre los elementos disruptivos que están transformando la economía y la sociedad podemos citar la tecnología digital, que está cambiando la economía, el contenido del trabajo y los modelos de negocio tradicionales a un ritmo acelerado; la globalización, con mercados más interconectados que nunca; el cambio climático que obliga a la sociedad y a las empresas a adaptarse a nuevos retos; y, también, los cambios demográficos, como el envejecimiento de la población y el aumento de la diversidad, que están teniendo un impacto en la demanda de bienes y servicios.

La gastronomía y la alimentación no son en absoluto ajenas a esta transformación radical. Están inmersas en este proceso de cambio impulsado por el acceso de un mayor número ciudadanos al ocio y a la cultura gastronómica; pero también por la creciente concienciación ciudadana en materia de salud nutricional o sobre el origen de los alimentos y su impacto climático. Por otra parte, la globalización y la innovación traen alimentos nuevos a las estanterías de los supermercados de todo el mundo.

Si queremos seguir siendo competitivos, no es suficiente adaptarnos al cambio, debemos anticiparlo. Tal y como lo hicieron quienes nos precedieron y que han posibilitado que Euskadi sea un territorio de referencia global en calidad de vida (14º a nivel mundial).

En los últimos años, Euskadi y los territorios históricos que lo conforman han impulsado diversos proyectos en el marco de las estrategias de ciencia y tecnología definidas entre los que se incluyen la alianza Basque Research and Tecnology Alliance, centros como Adinberri, Mubil, Naturklima, la ampliación del DIPC, la alianza Basque Quantum de tecnologías cuánticas o el PEGA. Estas apuestas estratégicas están llamadas a marcar la diferencia. No son solo emblemas de progreso, sino testimonios de nuestra capacidad para visualizar y construir el mañana.

Basque Culinary Center es un claro ejemplo de esta visión estratégica. Un grupo de cocineros pioneros nos constituyeron en territorio gastronómico referente a nivel mundial, bajo la premisa que la gastronomía merecía un centro universitario para reforzar su relevancia. En 2010 aquel grupo de cocineros, junto con las instituciones públicas y Mondragon Unibersitatea, decidieron poner en común su conocimiento y experiencia creando Basque Culinary Center. Una entidad que consolidaría su legado y trabajaría por el futuro.

Doce años después, BCC sigue fiel a su misión fundacional, convertido en referente mundial. Como centro formativo, atrae miles de personas para formarse en Euskadi; como centro tecnológico, colabora con decenas de empresas en actividades de investigación, innovación y desarrolla múltiples iniciativas, actividades y eventos ligados al territorio, creando así riqueza y empleo en el país.

Pero tampoco nosotros podemos detenernos en lo ya hecho. Como el resto de los proyectos, debemos transformarnos e innovar si queremos seguir siendo referentes a nivel internacional y atrayendo riqueza. Pensando en el futuro, damos un nuevo paso. Gastronomy Open Ecosystem (GOe) es nuestro nuevo proyecto estratégico, bien anclado en nuestra misión y valores, en el que hemos invertido grandes esfuerzos y, en todo caso, complementario a todo lo que BCC ha provocado desde que BCC arrancó en 2011. GOe se concibe como un ecosistema abierto basado en la ciencia y el conocimiento, que dará respuesta y escalará los grandes retos del futuro de la gastronomía y la alimentación. Aspiramos con esta iniciativa a atraer talento innovador y emprendedor de todo el mundo, a trabajar con empresas líderes, emprendedores e investigadores y experimentar y validar esa innovación con la ciudadanía. ¿Por qué no imaginar una suerte de Silicon Valley de la tecnología alimentaria y gastronómica aquí en Donostia? GOe se encuentra ya en una fase de materialización que incluye la construcción del edificio en el que se desarrollará la actividad.

Es natural, saludable y necesario que en una sociedad abierta y plural existan opiniones que cuestionan inversiones y decisiones. Especialmente aquellos implicados en el cambio. Ahora toca centrarnos en su contenido. GOe se ha concebido como un espacio abierto a la ciudadanía, un lugar que promueve la interacción. Por ello, nuestro próximo objetivo consistirá en poner en marcha un proceso informativo y de participación ciudadana en el que celebraremos reuniones con grupos locales, centros educativos, asociaciones culturales y empresariales para escuchar sus propuestas, necesidades e inquietudes. Además, se celebrará una jornada abierta al conjunto de la ciudadanía para presentar la información detallada del proyecto. Nuestros canales están siempre abiertos para recibir propuestas, que queremos escuchar para que GOe consiga unos objetivos alineados con los intereses de la ciudad.

Una de las críticas que escuchamos tiene que ver con el carácter privado de la Fundación. Sin embargo, Basque Culinary Center, siendo una entidad privada perteneciente al sector público, carece de ánimo de lucro, nadie obtiene beneficios de ella; al contrario, las personas, entidades y empresas patronas lo que hacen es contribuir a los fines de la Fundación. La Fundación está participada por tres instituciones públicas, está integrada en el sector público vasco, sujeta a la ley de contratos del sector público y al régimen de control del Gobierno vasco. Por lo tanto, tiene características más cercanas a lo público que a lo privado.

El futuro de nuestro liderazgo mundial en innovación gastronómica depende no solo de nosotros, sino también del esfuerzo colectivo y de la participación abierta que son claves en su desarrollo. Los nuevos proyectos, los grandes proyectos, nunca son fáciles. Son el futuro.