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La Justicia europea censura a París por su política de fronteras

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se ha pronunciado sobre la reintrodución por el Gobierno francés de los controles internos en frontera. La Corte, con sede en Luxemburgo, aclara al Consejo de Estado galo que la llamada «normativa de retorno», que contempla la expulsión solo como último recurso, prevalece frente a la suspensión del Tratado de Schengen.

Una movilización ciudadana denunció, el 6 de julio en Behobia, los controles en la muga y demandó una política de acogida que vele por los derechos de las personas migrantes en Euskal Herria. (Patxi BELTZAIZ)

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), con sede en Luxemburgo, se ha pronunciado, más de ocho años después, sobre la política de reintroducción de controles en frontera que aplican las autoridades francesas y lo ha hecho mediante un fallo que conforta a las asociaciones que trabajan por los derechos de las personas migrantes.

Fue el 21 de septiembre cuando la TJUE comunicó su respuesta a la cuestión prejudicial planteada desde el Consejo de Estado francés, órgano al que se han visto abocadas las iniciativas en materia de denuncia de la política de fronteras que impulsan decenas de asociaciones.

Entre los promotores de esa «batalla legal» destaca La Asociación de Abogados para la Defensa de los Derechos de los Migrantes, la Cimade y la Liga francesa de Derechos Humanos (LDH), pero también entidades vascas que trabajan en el campo de la solidaridad como Etorkinekin-Diakité.

El TJUE es taxativo al remarcar la prevalencia de la llamada «normativa de retorno» que rige en la UE sobre esa reintroducción de controles de fronteras en el espacio interno a la que se acoge el Estado francés desde 2015.

Esto lleva a las asociaciones de apoyo a las personas migrantes a estimar que, tras ese pronunciamiento, «el Gobierno francés está obligado a sacar de la ilegalidad» su política de controles en frontera.

Fue a raíz de los atentados islamistas en Niza cuando París se decantó por la supresión temporal del Tratado de Schengen. Tras concluir el periodo excepcional de la pandemia, París se consagró, desde enero de 2021, a la supresión permanente de ese principio comunitario de la libre circulación de personas.

De hecho, a finales de octubre caducará la última prórroga semestral en la aplicación de esa política de suspensión de Schegen comunicada por el Estado francés a Bruselas en mayo pasado.

Cabe recordar que París recurrió a la celebración del Mundial de Rugby, que se disputa actualmente en el Estado francés, como nuevo argumento para razonar esa prórroga del cierre de pasos.

El Tribunal Europeo da ahora la razón a las entidades que estiman que esa práctica aplicada por el Estado francés dentro de su política migratoria complica la aplicación de los preceptos incluidos en el código de entrada y permanencia de extranjeros y sobre el derecho de asilo o Ceseda.

De acuerdo a esa directiva europea, «toda persona procedente de un país tercero en situación irregular debe, como regla general, ser objeto de una decisión de retorno, pero esa persona debe contar, en principio, con un cierto plazo para poder abandonar voluntariamente el territorio siendo la expulsión de la misma el último recurso».

La cuestión prejudicial enunciaba un interrogante. En caso de que un ciudadano de fuera de la UE sea interceptado en uno de esos puestos de control internos, no disponiendo de documentación en regla, ¿se le puede impedirle el tránsito aplicando la normativa de Schengen sin respetar las normas inscritas en Ceseda?

NO EN FRONTERAS INTERNAS

El Tribunal con sede en Luxemburgo considera que el código de fronteras Schengen puede servir para impedir el tránsito en frontera, pero considera que «cara a la expulsión de la persona afectada, las normas y procedimientos comunes previstos en la ‘directiva sobre retorno’, deben ser, a pesar de todo respetadas, lo que puede llevar a dejar en gran medida sin utilidad real la adopción de esa prohibición de entrada».

El tribunal que se encarga de la interpretación de las directivas y tratados comunitarios precisa, además, que «el código Ceseda solo autoriza excepcionalmente a los Estados miembros a rechazar a los ciudadanos de terceros países que se encuentran en situación irregular».

Hace además una clara diferenciación entre fronteras exteriores de la UE y pasos situados en el seno de la Unión, como es el caso de las fronteras que París mantiene bien cerradas bajo control policial permanente desde hace dos años y medio en Euskal Herria y Catalunya, pero también en el valle de Roya, en la frontera franco-italiana.

El TJUE cree que esa excepcional política de rechazo en la muga podría llegar a aplicarse en una frontera exterior de la UE, pero no es de recibo cuando, «como en el caso que nos ocupa, se trata de una frontera interna, incluso cuando se haya procedido a una reintroducción de los controles».

EXISTEN MECANISMOS

Finalmente, el Tribunal recuerda que los Estados miembros pueden detener a una persona en situación irregular procedente de un estado ajeno a la Unión Europea a la espera de materializar su alejamiento o expulsión, «principalmente cuando el afectado representa una amenaza para el orden público» y que pueden reprimir incluso con una pena de prisión la comisión de delitos que «vayan más allá de la mera circunstancia de una estancia irregular».

De hecho, la citada normativa sobre entrada, permanencia y derecho de asilo, más conocida como «directiva de retorno», permite, según insiste el fallo del TJUE, «arrestar a un extranjero en situación irregular cuando es sospechoso de haber cometido un delito más allá de su simple entrada irregular en territorio nacional y, en especial, un delito susceptible de poner en peligro la seguridad interior del Estado miembro concernido».

En definitiva, el Tribunal deja sin amparo legal las prácticas más habituales en la muga del Bidasoa, como son las prohibiciones de pasar la frontera o las devoluciones en caliente que se practican, sin ir más lejos, en estaciones de tren o autobús, en Lapurdi.

Recuerda la Corte que la «directiva de retorno» dota a los Estados de recursos suficientes para actuar en caso de que, más allá de la circunstancia de irregularidad administrativa, concurra el «riesgo para la seguridad».

Los pronunciamientos del TJUE no se dirigen a resolver litigios internos, pero su doctrina debe ser tenida en cuenta por los Estados sujetos a su autoridad. De ahí que las asociaciones que han dado cuenta de esa decisión insten al Estado francés a «ajustarse al Derecho de la UE» y apelen a su Gobierno a que «adopte medidas inmediatas sin esperar a que el Consejo de Estado extraiga las consecuencias» del fallo.

Las asociaciones que defienden los derechos de los migrantes ya obtuvieron otra victoria, precisamente en el Consejo de Estado francés, al lograr, en julio pasado, que esa instancia ratificara la decisión previa del Tribunal de Pau de prohibir a la Policía usar drones para la «caza al migrante» en la muga del Bidasoa.



Harreraren mugak berretsi ditu Macronek

Francisco aita sainduak joan zen ostiralean eta larunbatean Marseillara eginiko bisitan utzi zuen migratzaileen aldeko mezuak sona handia izan du Estatu frantsesean. Mediterraneoan pertsonak hiltzen uztea baino horiek «laguntzea, babestea eta integratzea» dela europarren egin beharra defendatu zuen eliza katolikoaren buruak. Eskuinaren eta eskuin-muturraren lerroetan ezinegon nabarmena eragin dute hitz horiek.

Gobernuaren kasuan, mezuak agerian jarri du migrazioaren arloan Gerald Darmanin Barne ministroa ordezkatzen duen lerro politiko gogorra ez datorrela bat aita sainduaren proposamenekin. Lampedusan bizi duten egoera latza aipatuz, Italiako uhartera heltzen diren «migratzaileen %60ri ez dagokiola asilo eskubidea eskatzea» esan zuen Darmaninek, duela zortzi egun. Joan zen ostiralean, ordea, aita sainduaren diskurtsoa adi-adi entzun zuen Marseillan, beste gobernuen ordezkariekin eta Emmanuel Macron presidentearekin batera.

Azken honek migranteekiko harrera politikaren mugak berrestera jokatu zuen, igande gauean, telebista frantsesak egin zion elkarrizketaren bidez. «Aita sainduak arrazoia du, axolagabetasunaren aurrean jauzia egiteko ordua dela esaten duenean», azaldu zuen Macronek, «frantziarrek tokatzen zaiguna egiten dugu» argitu aurretik.

Michel Rocard lehen ministro sozialista ohiak erabilitako esaldia bere eginez, «munduko miseria guztia ezin dugu gure gain hartu», gaineratu zuen ondoren Eliseoko buruak.

Macronek iragarri zuen migranteen sorlekuan eta trantsitu herrialdeetan «politika zentzudunagoa plantan emateko» proposamena egingo diola Europako Batasunari. Azaroan Estatu frantsesean eztabaidatzekoa den migrazio lege berriari dagokionez, paperik gabe dauden pertsonen egoerari buruz «engaiamendu adimentsua» galdetu zuen. GARA