Latigazos y cilicios

Sin rechistar ni comprobar la noticia, decenas de medios de comunicación tomados como solventes se hicieron eco del bulo que aseguraba que se había condenado a Cristiano Ronaldo a noventa y nueve latigazos por adúltero. Juega en un equipo de Arabia Saudita cobrando una escandalosa cantidad de millones de euros. Ha sucedido en estos días anteriores al desastre humanitario en Gaza, junto a algo todavía más doliente, lo de los cuarenta bebés degollados en la incursión de Hamás que se transmitió sin ningún reparo y se sigue utilizando de manera indecente después de desmentidos y demostraciones de la intención perversa del bulo.

Hay medios de comunicación que no dicen la verdad ni en la fecha, que se han acostumbrado a tejer una asquerosa versión de la historia y del tiempo actual que llega hasta los ridículos más estentóreos. En cuanto nos referimos al proceso de contactos para la posible investidura de Sánchez, la cantidad de despropósitos que se están lanzando es de un calibre que empieza a convertirse en un simulacro de fuegos artificiales de cumpleaños infantil en chalet adosado de militante del PP de tercera línea. No asustan, aunque su intención desestabilizadora es muy clara.

Me encantaría señalar a los medios más recalcitrantes con estrategias muy intolerantes y, sobre todo, a los militantes con firma y cargo que se destacan por su incapacidad para escribir una línea basada en alguna realidad. Pero mejor solicitarles que se flagelen o que pidan a alguien de su secta que les den unos latigazos por mentir y que después usen los cilicios más genuinos para el arrepentimiento.