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Aragonès defiende la amnistía en un Senado que el PP reduce a un búnker

Pere Aragonès conversa con los portavoces de EH Bildu Mertxe Aizpurua y Gorka Elejabarrieta. (EH BILDU)

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, realizó una enfática defensa de la amnistía, que consideró «imprescindible», y de «un referéndum de autodeterminación como culminación de la solución del conflicto» en el Senado, ante los presidentes autonómicos del PP y con las ausencias de Iñigo Urkullu y María Chivite, así como de sus homólogos socialistas.

El líder de ERC, quien se reunió con los portavoces de EH Bildu en el Congreso y Senado antes de su comparecencia, habló en el pleno convocado por la comisión de Comunidades Autónomas, que suele reunirse dos o tres veces por legislatura y para oír las posiciones de los líderes autonómicos sobre asuntos relevantes para el Estado. Esta vez, el PP, con mayoría propia en el Senado y en la comisión, decidió un tópico con vaguedad conceptual y pidió un debate sobre «la igualdad entre españoles», sin más.

«He venido a defender a Catalunya, la de todos y todas, la que independientemente de lo que piensen los ciudadanos, quiere vivir con libertad y justicia», comenzó exponiendo, para arremeter luego contra las derechas, a las que acusó de «usar Catalunya para batallas partidistas» y de exaltar «el anticatalanismo para desgastar al adversario».

También recalcó «el déficit anual de 22.000 millones de euros» que tiene el Estado con el Govern y que ese dinero afecta a la competitividad y servicios sociales. «Esos recursos que los catalanes pagamos en impuestos, pero que no tenemos capacidad de disponer de ellos, podríamos destinarlos a escuelas, infraestructuras, cultura y seguridad, mejorar el mal servicio del Rodalies que sufren todos los catalanes, voten a quien voten, hablen la lengua que hablen».

COMO EN ESCOCIA

Aragonès dijo que la amnistía «es un paso imprescindible» a la vez que «un inicio» para una hoja de ruta de cara a la solución del conflicto territorial, un «reconocimiento de un conflicto político que se resolverá cuando la ciudadanía vote». Y sobre un posible referéndum subrayó: «Lo queremos hacer de forma acordada, con participación de todos, de forma reconocida. Un referéndum como el que se hizo en Escocia».

En un discurso integramente en catalán señaló que «a pesar de la utilización partidista de Catalunya por parte del PP, que incluye la represión, o la junta de firmas contra el Estatut, Catalunya mira hacia adelante. Queremos dejar atrás el conflicto y tenemos todas las herramientas. Queremos vivir en libertad y fraternidad, procuramos mirar hacia adelante», concluyó.

Los barones autonómicos y senadores del PP hicieron lo que vinieron encomendados a hacer: fustigar la amnistía y sacar provecho del escaparate mediático para desgastar al bloque plurinacional y denostar sus negociaciones.

El presidente de la Junta andaluza, Juan Manuel Moreno, aseveró que con la amnistía está en peligro «la igualdad entre los españoles» y criticó la posible condonación de deuda catalana, mientras que la madrileña Isabel Díaz Ayuso avizoró que el eventual pacto del bloque plurinacional no servirá de nada porque es «intentar contentar a los que no se van a contentar nunca».