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La Diócesis de Gasteiz pide perdón a siete víctimas alavesas de abusos sexuales y afirma que «no son solo un número»

Juan Carlos Elizalde, obispo de Gasteiz. (Juanan RUIZ | FOKU)

La Diócesis de Gasteiz ha pedido perdón a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica y ha subrayado que los siete casos recogidos en el informe del Defensor del Pueblo estatal referidos a Araba, seis miembros de congregaciones, «no son solo un número». Añade, en un mensaje difundido ayer en la red social X (antes Twitter), que «lo principal es acompañarles y trabajar por la justicia».

La Diócesis de Gasteiz dice que «nunca debió permitirse ni un solo caso de pederastia o de abuso en el seno de la Iglesia», y sostiene que «la Oficina de Menores de la Diócesis se centra en las personas y a ellas se debe» y que mantiene su lucha contra los abusos «creando entornos seguros, colaborando con las instituciones civiles y eclesiales competentes y poniendo en el centro a la víctima». Además, expresa su agradecimiento a las instituciones que trabajan para reparar el dolor de las víctimas y vuelve a pedir perdón tanto a los afectados como a sus familias, con las que dice estar abierta a «seguir cooperando en cercanía y afecto».

NEGACIÓN Y OCULTACIÓN

El informe sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia elaborado por el Defensor del Pueblo recoge los testimonios de 487 víctimas, la mayoría hombres, pide crear un fondo estatal para compensarlas y denuncia cómo la jerarquía católica negó y minimizó el problema. «Algunas víctimas -el informe estima que podrían ser 236.000, el 0,6% de la población estatal- han tenido que hacer frente no solo a la negación y a la ocultación, sino incluso a presiones y a reacciones de representantes de la misma en las que se les culpabilizaba de los abusos sufridos», lamenta.

Ejemplo de esta actitud es la reacción furibunda del presidente de la Conferencia Episcopal Española y Arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, quien ayer respondió que las cifras extrapoladas en el informe del Defensor del Pueblo «son mentira y tienen intención de engañar».