El Aita Mari salva a 112 personas en dos rescates en el Mediterráneo

El Aita Mari, el buque de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), ha realizado este fin de semana dos operaciones en el Mediterráneo en las que ha rescatado a 112 personas: 84 hombres, 19 menores y 9 mujeres. Navega ya rumbo a Regio de Calabria, en Italia.

Un total de 112 personas han sido rescatadas por el Aita Mari en dos operaciones en el Mediterráneo el fin de semana. SMH detalló ayer que, en primer lugar, en un bote sobrecargado de madera, auxiliaron a 55 personas, la mayoría de Siria, pero también de Egipto, Irak y Sudán. Posteriormente, en una segunda embarcación, también de madera, rescataron a 57, procedentes de Egipto, Bangladesh, Libia, Siria, Pakistán y Palestina.

Todas ellas se encuentran «a salvo» a bordo del Aita Mari, aunque «con signos de cansancio e hipotermia», según el triaje médico efectuado a la espera de un examen más en profundidad.

Se prevé que la embarcación llegue hoy a Regio de Calabria, donde Italia ha ordenado el desembarco.

Los rescates se desarrollaron en la tarde y la noche del sábado. Las autoridades de Malta, Italia y del Estado español fueron informadas de «la situación en la que estas personas se encontraban a bordo de los botes, en peligro antes, durante y después de intervenir en su rescate».

UN DISPOSITIVO «GARANTE»

«En SMH tenemos el pleno convencimiento de que contamos con una posición privilegiada para ejercer de agentes de cambio en la sociedad y somos testigos en primera persona de la vulneración de derechos a las que se les somete a estas personas que intentan llegar a Europa», dijo la ONG.

Por ello, reclamó que las autoridades europeas «se responsabilicen de mantener un dispositivo de salvamento garante en esta zona, en lugar de financiar con dinero público la contención de las personas en países donde se vulneran los derechos humanos».

Además, SMH mostró su «más profundo rechazo a los bombardeos sobre la población civil de la franja de Gaza por parte del ejército israelí» y reclamó «que cesen los bombardeos, pongan en libertad a las personas secuestradas y abran corredores humanitarios para que los civiles no tengan que morir en origen ni en rutas mortales como las que observamos». «Creemos, que la población palestina y libanesa se verán obligadas a tomar rutas mortales como las de Mediterráneo en las próximas semanas y meses con tal de no ser masacrados en su origen», subraya.