Parece que sí

Cuando escribo estas líneas se ha anunciado que van a comparecer públicamente representantes autorizados del PSOE y Junts para comunicar la buena nueva de que se puede, por ellos, empezar los trámites de investidura de Pedro Sánchez. El PNV anda todavía pidiendo atención, que ellos no han tenido tantas fotos y sus votos son tan imprescindibles como cualquiera de los otros ciento setenta y tantos. Entonces, con todas las reservas, ahora parece que sí. Que se van a escuchar todas las salvajadas posibles en contra de la legalidad vigente.

Desde hoy mismo hasta que se celebre el acto parlamentario del que puede salir nombrado presidente Sánchez, la presión en la calle va a ser estrepitosa. La desesperación de los estrategas de la tensión, todos los grupos de extrema derecha comandados por Abascal y Aznar, con un desnortado Feijóo yendo siempre a remolque, mandando a su desdibujado Borja Mari y a su empoderada Cuca Gamarra para intentar despistar, van a llegar a su apoteosis. Hay que estar preparados para todas las acciones coordinadas entre las escuadras guerreras, las brigadas mediáticas y los legionarios con toga. Ruido. ¿Se calmarán los ánimos, las calles, los despachos, las redacciones y los togados si el trámite es un positivo, Felipe VI admite el nombramiento, se forma un gobierno y arranca la legislatura? No. Indudablemente no. Arreciarán las descalificaciones y las proclamaciones golpistas. Y el gobierno se desgastará desde la derecha y la izquierda, hay que recordar que la familia Iglesias reclama un ministerio nominativo. Vamos viendo pero parece que sí.