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INFIERNO EN GAZA

Israel estima que cuenta con «dos o tres semanas más» de «legitimidad»

Israel todavía no observa suficiente presión internacional para detener los bombardeos y el asedio a Gaza y cree que cuenta aún con «dos o tres semanas» antes de que aumente, por lo que sigue viéndose impune para hacer de los hospitales, sus pacientes y quienes buscan refugio en ellos un objetivo militar. En Al Shifa van muriendo los recién nacidos y enfermos más graves.

Cadáveres amontonados en el hospital Al Shifa, bajo asedio total. (AFP)

Impune durante más de cinco semanas de masacres, con más de 11.240 muertos -4.630 de ellos niños- y sin ningún límite para atacar escuelas, ambulancias y centros sanitarios, Israel cree que todavía puede continuar las matanzas sin que sus aliados aumenten la presión para que pare la carnicería en Gaza.

El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, estima que la presión internacional se está acentuando, pero que Israel se esfuerza en contenerla.

«Tenemos dos o tres semanas antes de que la presión internacional se intensifique de verdad, pero el Ministerio de Exteriores se esfuerza en alargar la ventana de legitimidad y los combates continuarán el tiempo que sea necesario», aseguró.

Con aliados como EEUU o Alemania dando un apoyo «inquebrantable», otros con tibios llamamientos a «pausas humanitarias» o incluso con la postura de los estados de la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica, que denunciaron los crímenes de guerra israelíes pero no aprobaron ninguna medida punitiva contra Israel ni se plantearon cortar las relaciones recién establecidas, Israel ve luz verde para seguir el baño de sangre.

33 MUERTOS POR EL ASEDIO

Y ha intensificado su ofensiva contra los hospitales. Frente a la puerta principal del hospital Al Shifa, hay cadáveres y heridos mientras los francotiradores israelíes disparan contra ambulancias y pacientes que intentan huir del centro médico. «No tenemos electricidad. No hay agua en el hospital. No hay comida. La gente que depende de respiradores morirá en unas horas si estos siguen apagados -alertó Médicos Sin Fronteras (MSF)- «La situación es inhumana».

Al Shifa, el mayor complejo médico del enclave palestino, está bajo completo asedio. Hay más de 100 cadáveres tirados en el suelo empezando a descomponerse, lo que convierte al hospital en un lugar peligroso desde el punto de vista epidemiológico», señaló el Ministerio de Sanidad gazatí.

«No hay comida y los equipos médicos sobreviven a base de galletas y dátiles. Los 8.000 desplazados que quedan en Shifa comienzan a sufrir sed y no pueden encontrar comida». Al igual que MSF, denunció que si bien Israel ofreció un corredor para evacuar el centro médico, sus aviones disparan a cualquiera que intente entrar o salir y que también hay pacientes que han sido disparados a través de las ventanas.

Los médicos tuvieron que operar a tres personas que habían sido víctimas de estos ataques y presentaban heridas de bala.

Al menos siete bebés prematuros y 27 pacientes en cuidados intensivos han muerto por la falta de electricidad desde el sábado. La UCI del hospital ha sido bombardeada ya en dos ocasiones y aún quedan más de 30 bebés prematuros que intentan mantener vivos. Tras dejar de funcionar las incubadoras por la interrupción de la electricidad, los médicos los colocaron juntos en una camilla cubierta en papel de aluminio y envueltos en mantas para intentar preservar su temperatura corporal.

GARANTÍAS PARA EVACUAR

El equipo médico está dispuesto a abandonar el centro «si existen garantías de que se evacúe primero a los pacientes», a los que no quieren desatender.

«Hay 600 pacientes ingresados, de los cuales 37 son bebés y personas que necesitan una unidad de cuidados intensivos», señaló MSF. Por ello, pidió «garantías de que se establecerá un corredor seguro».

Israel sostiene que atacar el hospital de Al Shifa es «legítimo» por encontrarse en las inmediaciones del «cuartel general» de Hamas. Ayer añadió que cuenta con «indicios» de que Hamas mantiene en un hospital a los rehenes capturados el 7 de octubre.

En el hospital de Al Quds, que ya no está operativo y donde, rodeado por tanques y militares, ya no queda agua, comida ni electricidad, se llevó a cabo un intento fallido de evacuación de pacientes, médicos y desplazados.

Por otro lado, al menos 31 personas murieron en un bombardeo israelí sobre una docena de viviendas del campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja, y al menos otras 40 murieron y decenas resultaron heridas en otro ataque contra Bani Suhaila, al este de Jan Yunis, en el sur.

«Las FDI están avanzando en todos los frentes. Hamas ha perdido el control de Gaza», afirmó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.