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Una pretendida demostración de fuerza


Poner a debate seis leyes en un único pleno, cuando además cabía convocar otra sesión el 28 de diciembre y se ha hecho otras veces, solo obedece a la pretensión del PNV de presentarlo como una demostración de fortaleza legislativa del Gobierno de Urkullu, ahora que todo el mundo lo ve como «en funciones» y al lehendakari como un «pato cojo». Cabe señalar que ayer se aprobaron esas seis leyes, mientras que en toda la legislatura pasada sólo salieron adelante ocho. Pero entonces PNV y PSE no tenían mayoría absoluta y había que negociar más.

Cualquiera podría pensar que semejante efervescencia legislativa, que hoy culminará con la aprobación de los presupuestos, podría obedecer a poner un lazo a la legislatura y convocar ya elecciones para el 18 de febrero, como ha hecho el presidente de Galiza. Pero dicen que Urkullu no pretende hacer eso, sino que ya se ha puesto alfombra roja para habilitar enero y seguir tramitando más leyes, entre ellas las de cambio climático, cooperación, infancia y la «ley trans». Así que todo indica que nos iremos al 21 de abril para poder ver las urnas.

Para entonces nadie se acordará del empacho de leyes de ayer, pero quizá a fuerza de regar con dinero a las clínicas privadas con el desvió de operaciones, se haya podido lavar un poco la cara a Osakidetza.