Payne y Giamatti, un gran reencuentro

En 2004, el cineasta independiente Alexander Payne estrenó “Entre copas”, una comedia dramática centrada en dos amigos, Miles (interpretado por Paul Giamatti) y Jack (Thomas Haden Church), que deciden hacer un viaje por los viñedos del Valle de Santa Ynez en California antes de que se celebre la boda del segundo. Durante el viaje, se enfrentaban a diferentes situaciones cómicas y dramáticas que ponen a prueba su amistad y los hacen reflexionar sobre sus vidas. La película recibió elogios por parte de crítica y público y fue nominada a varios premios, incluidos cinco de la Academia, de los cuales ganó el galardón al Mejor Guion Adaptado (escrito por Alexander Payne y Jim Taylor) y el premio al Mejor Actor de Reparto para Thomas Haden Church.

Veinte años después de aquella inolvidable road movie viticultora, Payne y Giamatti vuelven a reencontrase en “Los que se quedan”, una nueva comedia dramática en la que el excelente y versátil actor vuelve a demostrar su talento asumiendo el rol de un antipático y gris profesor al que no soportan ni sus alumnos ni sus compañeros. En su soledad, el protagonista decide pasar las navidades en la escuela, para supervisar a los estudiantes que no han podido regresar a sus casas. Al final, no le queda otra que entablar conversación con las dos únicas personas que se quedan aparte de él: un estudiante conflictivo y la cocinera.

Dominic Sessa, Da’Vine Joy Randolph, Carrie Preston, Gillian Vigman y Tate Donovan completan el reparto de este filme que supone el regreso de Payne a la dirección seis años después de su última película, la interesante “Una vida a lo grande”, protagonizada por Matt Damon. Lo que en esta ocasión nos propone Payne es una crónica íntima y emocional sobre soledades compartidas en la que predominan las distancias cortas entre sus personajes, siempre entrañables y necesitados de afecto.