GARA Euskal Herriko egunkaria
EUROLIGA

Panathinaikos se confía y Saski Baskonia remonta 17 puntos para imponerse

Los gasteiztarras llegaron a caer por 31-48 en un partido pésimo, pero entre Moneke y el tiro ganador de Codi Miller-McIntyre, consiguieron la voltereta.

Moneke fue el motor de la remontada. (Endika PORTILLO | FOKU)

Como reza el dicho, «¡pa' haberse matao!», pero otro milagro a la buchaca y décimo triunfo, también. Saski Baskonia jugó sin duda su peor partido de esta temporada pero un tiro a falta de nueve décimas de Codi Miller-McIntyre completó la remontada baskonista ante un Panathinaikos que todo apunta que se confió después de adelantarse 31-48 en el tercer cuarto.

Entre Nunn, Grigonis y Sloukas el duelo parecía controlado para los de Ergin Ataman, pero se durmieron y se dejaban un puñado de tiros libres, al tiempo que Saski Baskonia encontró un quinteto pequeño con Moneke de gran estrella y buenos minutos de Chiozza y Dani Díez ante el calamitoso día de Markus Howard. El ala-pívot nigeriano se vino arriba en un último gran cuarto y forzó el empate a 73 frente a un rival que, con 70 a 72, desperdiciaba una falta antideportiva que Costello cometía sobre Sloukas y que además se la jugó en exceso al tiro triple.

Así, cuando el partido parecía ir encaminado a la prórroga, como en tantas ocasiones esta Euroliga, Saski Baskonia sacó fuerzas de flaqueza y Codi Miller-McIntyre, que podrá dedicar otro triunfo a su abuela enferma, clavaba el definitivo 75-73. Mucho se hablará de carácter y demás eslóganes tan manidos por la entidad gasteiztarra, y con razón, pero lo cierto es que Panathinaikos dejó con vida a los de Ivanovic y de ahí vino la remontada.

«¡ES MI CASA!»

Con 31-48 en el tercer cuarto, luego de un parcial de 5-11, los de Ataman lo vieron tan ganado, que se relajaron y así debieron afrontar un cuarto final a cara de perro, con Chima Moneke gritando que en su casa manda él, echándose a los gasteiztarras a la espalda.

De la mano de Grant, Sloukas y Nunn, los helenos jugaron la baza del triple y por momentos parecía que les saldría bien, más aún cuando, a falta de poco más de un minuto y con 70-72 en el marcador, Sloukas le sacaba la antideportiva a Costello. Pero es que los de Ataman se dejaron hasta ocho tiros libres en la gatera.

El PAO no remató a las gasteiztarras y ante el delirio de las gradas del Buesa Arena, Moneke igualaba a 73 y Codi Miller-McIntyre conseguía la voltereta final.