Cruce de acusaciones por la marea de pellets plásticos en la costa gallega

La Fiscalía de Medio Ambiente ha abierto diligencias por la marea de pellets, bolitas de microplásticos, en las costas de Galiza provocada por un barco polaco. Ecologistas y pescadores alertan de que sus consecuencias pueden llegar a ser una «catástrofe». El ministro Óscar Puente acusa a la Xunta de inacción y de mentir: supo del vertido 21 días antes de lo que reconoce.

La Unidad Especializada en Medioambiente de la Fiscalía General del Estado español ha abierto diligencias de investigación sobre el vertido de pellets en las costas gallegas. El Ministerio Público ha adoptado esta decisión después de que desde el pasado diciembre en los arenales de las Rías Baixas y de la ría de Muros, en Noia, aparecieran «grandes cantidades» de pellets plásticos, en bolsas de alrededor de 25 kilos.

Según informó la Xunta de Galiza, fue el pasado 8 de diciembre cuando el mercante Tocano, mientras navegaba en aguas portuguesas, perdió varios contenedores que formaban parte de su carga, entre los que se encontraban bolsas de alrededor de 25 kilos de pellets de plásticos, con el nombre de una empresa con sede en Polonia.

La semana pasada, el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, confirmó por primera vez que los microplásticos perdidos por un barco polaco frente a la costa portuguesa ya estaban llegando a otras playas del Cantábrico.

La Xunta activó el plan de anticontaminación (Camgal) en su nivel 1 -correspondiente a episodios de pequeña gravedad- ante la llegada de millones de microplásticos a las costas gallegas por la pérdida de contenedores.

Según precisaron fuentes fiscales consultadas por Europa Press, la Unidad de Medioambiente de la Fiscalía abrió expediente de seguimiento de la situación el 4 de enero. Ahora ha acordado abrir diligencias. Este problema medioambiental, que lleva a algunos ya a hablar de «Prestige 2», tiene un impacto político añadido, a mes y medio de las elecciones gallegas. La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, dio cuenta de que el Gobierno autonómico descarta elevar al nivel 2 la fase de emergencia por contaminación marina por el vertido de pellets y pide que se lleven a cabo recogidas «de manera ordenada».

En un acto en A Coruña y a preguntas de los medios, Vázquez aclaró que las pequeñas bolas de plástico «no son tóxicas ni peligrosas», pero «es plástico y hay que quitarlo de los arenales».

La vicepresidenta segunda sostuvo que desde que la Xunta tuvo conocimiento del vertido se activó el Plan Camgal y apuntó que «no es necesario» elevar el nivel de emergencia porque así lo dicen «técnicos y científicos».

Ángeles Vázquez solicitó al Gobierno español que «colabore» porque es suya la «responsabilidad del transporte en el mar» y porque «hay que actuar», dado que «no fueron capaces de sacar los sacos del mar y están llegando a tierra, en unos casos sacos completamente llenos y en otros miles de bolas porque los sacos se abren».

La polémica con el Ejecutivo español está abierta. El ministro Óscar Puente asegura que la Xunta tuvo noticia del vertido 21 días antes de lo que formalmente reconoce. La clave estaría en las alertas al 112, que gestiona la Xunta.

Según Puente, el primer aviso llegó el 13 de diciembre (cinco días después del vertido) y no el 4 de enero, que es lo que dice la versión oficial facilitada el portavoz de la Xunta. El ministro filtró un fragmento de documento que lo confirmaría, con comunicaciones internas en las que se menciona la llegada de estos plásticos a la playa de Vilar, así como un primer despliegue de medios por parte de la Xunta, que no fue suficiente para atajar lo que vendría después.

El Gobierno autonómico por ahora solo ha puesto en marcha un dispositivo de unas 200 personas, entre «personal propio, guardacostas, agentes medioambientales» y a través de «la empresa pública Tragsa», para «trabajar y controlar» la recogida de los pellets que, según confirmó la conselleira, «es muy complicada».

Sobre las iniciativas de limpieza organizadas por voluntarios que se están echando a las playas con cedazos y coladores, Vázquez pidió que estas actuaciones se hagan «ordenadas y con sentido», ya que si hay muchas personas que acuden a los arenales «se pisan las bolitas y se entierran».

El Gobierno autonómico está pendiente ahora de saber la cantidad de pellets del vertido, algo que debe «verificar el Gobierno central y la empresa» que los transportaba, aunque Ángeles Vázquez afirmó que «en un principio parece ser que se trata de una cantidad pequeña».

La conselleira de Medio Ambiente mandó el mismo mensaje a la empresa que transportaba los pellets, ya que envió «una naviera con efectivos» para la recogida, «pero no se puso en contacto con la Xunta y no puede andar por libre».

EL BNG PIDE EXPLICACIONES

La portavoz nacional del BNG y candidata a presidenta de la Xunta, Ana Pontón, pidió ayer que el jefe del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda, comparezca en el Parlamento de Galiza para «dar explicaciones» ante la «ola de indignación que está incrementándose» por la «marea plástica de pellets».

En una visita a As Pontes (A Coruña), lamentó que esos materiales estén afectando a «muchísimos puntos de la costa gallega», puesto que «ya no solo afecta a las Rías Baixas», sino también a los entornos de A Coruña, Ferrol o A Mariña lucense.

Pontón aseguró que el PP «está repitiendo en la gestión» de esta problemática «el mismo modus operandi que durante el Prestige» y afirmó que inicialmente optó por «ocultar la marea» y que más tarde «no puso medios» para evitarla.

Además, acusó a esa formación de «manipular a través de los medios públicos» gallegos sobre la situación y denunció su «incompetencia» ante «un problema ambiental tan grave».

Por otro lado, la organización ecologista Adega pidió a la Xunta la activación de este nivel 2 para que así se pueda solicitar al Ministerio el apoyo con medios marítimos, como buques y barreras anticontaminación, para contener la extensión del vertido de pellets antes de que se extienda aún más por la costa.

Desde Adega entienden que «dada la naturaleza de estos materiales y su flotabilidad, resultaría más efectivo controlar su dispersión en el propio mar, antes de que arriben a la costa y se depositen en arenales y en bancos marisqueros».

La asociación está organizando voluntarios para llevar a cabo labores de limpieza y la intervención directa en el litoral afectado, aunque insiste en que es «fundamental establecer un protocolo de actuación y una mínima coordinación» para no causar mayores daños a los ecosistemas.

Los pescadores alertan del peligro, porque son bolitas de plástico «muy pequeñas» y «los peces los confunden con alimento», como explicó a Efe el patrón mayor de la Cofradía de A Coruña, Javier Mariñas.

Detalló que «el problema de los pellets es que son plásticos muy pequeñitos que los peces confunden con alimento», lo que, a su vez, puede hacer que lleguen «al consumo humano».

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Noia, Santiago Cruz, indicó que «todos los vertidos les afectan a peces y mariscos», también «los microplásticos que ya hay en las rías», por lo que con los pellets «suman más» y se agrava este problema.

Pelletak Euskal Herrira irits litezke

Azti ikerketa zentroak atzo adierazi zuen Galiziako kostaldeko uretan egunotan agertu diren plastikozko pelletak Euskal Herriko kostaldera irits litezkeela astebete inguru barru. Europa Press agentziari egindako adierazpenetan Oihane Cabezas Basurko Aztiko arrantza teknologia jasangarrietan adituak eman zuen aukera horren berri.

Cabezasek jakitera eman zuenez, udazken-neguko korronteak ekarriko lituzke plastikozko pelletak Euskal Herrira. Azaldu zuen ur masa mendebaldetik ekialdera bidean mugitzen ari dela eta, beraz, Galiziako kostaldean dagoen ur masa Euskal Herrira helduko dela astebete edo hilabete bitartekoa izan daitekeen denbora tartean, haizearen eta bestelako baldintzen arabera alda daitekeen iraupena baita.

«Datu zientifikoek diote korronte horiek egon badaudela eta, itsasoan badaude, seguruenik hona iritsiko dira», gaineratu zuen adituak.

Plastikozko pelletek itsasoan izan dezaketen eraginaren inguruko azalpenak ere eman zituen Cabezasek. Pelletak bi eta bost milimetro bitarteko bolatxoak dira, polimeroz osatutakoak. Aztiko adituak jakinarazi zuen jaurtitzen diren momentuan bolatxoak «nahiko geldoak» direla eta une horretan bertan duten eragina «batez ere fisikoa» dela.

Denborak aurrera egin ahala, ordea, biodegradatu egiten dira eta dagoeneko txikiak ziren zatiak are txikiago egiten dira. Cabezasen esanetan, orduan «toxikotasunari buruz hitz egin genezake, baina, momentu honetan, batez ere kontu fisikoa da». GARA