Nuevos capítulos

Lo que está sucediendo en Ecuador forma parte del mismo planteamiento de influencias en la zona. Si me apuran, volvería a un argumento de hace unos años y aseguraría que es un capítulo más de la Tercera Guerra Mundial que se está sirviendo en cápsulas, pero que si se mira con detenimiento, vemos que siempre hay denominadores comunes. O para simplificar, lo ponemos en singular: el dinero. Y si escribo dinero se me llenan los dedos de colores y de olores los pensamientos. Quedo atrapado en un estadio indefinido, ni sólido, ni líquido ni gaseoso, simplemente existente, que va horadando la moral, la ética, la convivencia y alejando la igualdad y las nociones más primarias de democracia.

Ecuador atraviesa desde hace años movimientos telúricos fruto de unas políticas neoliberales absolutamente fanáticas. Encontraron los poderes fácticos, los que quieren que el dios dinero les ilumine, un chivo expiatorio: Correa. Y mencionando este nombre pudieron hacer todas las tropelías con aparente impunidad. Pero el dinero quiere siempre más dinero, y los que tienen dinero, quieren más dinero. Y no preguntan de dónde viene el dinero, sino cuánto hay. Así que ahora están en un estado de guerra interna que tiene un delicado estribillo que se puede llamar golpe de estado en diferido. Y se sabe que hay grupos armados de USA «ayudando». ¿A qué y a quién?

Si levantamos la cabeza, notamos una agitación judicial, unos detalles de corrupción en la fiscalía de Colombia y todo para favorecer al uribismo en todos sus frentes delictivos. La serie “Narcos” nos va dando nuevos capítulos.