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Jose Mari Goenaga
Codirector de la serie

«San Juan nos aportó lo que buscábamos desde el principio: el factor humano del personaje»

Nacido el 9 de setiembre de 1976 en Ordizia, Jose Mari Goenaga cofundó en el añó 2001 la productora Moriarti Produkzioak, desde donde ha desarrollado toda su carrera hasta la fecha. Su filmografía alterna labores de guionista y dirección en proyectos multigalardonados como “Lucio”, “80 egunean”, “Loreak”, “Handia” y “La trinchera infinita”.

(David HERRANZ)

 

Jose Mari Goenaga, que junto con Aitor Arregi y Jon Garaño ha sido el encargado de rodar los seis espisodios de “Cristobal Balenciaga”, explica a GARA que «para dar forma al proyecto y a su protagonista hubo que imaginar ciertos aspectos de su vida y de su carácter, pero siempre siendo fieles a lo poco que sabemos de él. Pese a ser considerado por muchos el mejor modista de la historia, pocas figuras del siglo XX resultan tan herméticas como Cristóbal Balenciaga. Raramente se dejaba fotografiar y el acceso a su taller y a sus desfiles era muy restringido».

Para Moriarti este proyecto ha supuesto un doble reto novedoso. Es la primera vez que asumen un proyecto ajeno y en formato serie.

Así es. El proyecto, la historia, nos sedujo de manera inmediata, nos gustó mucho la manera en la que se reflejaba en el guion un personaje tan rodeado de misterio como fue el caso del modisto vasco. Sobre la experiencia de haber filmado en formato de serie, nos ha permitido experimentar en un terreno novedoso, pero cuando nos preguntan sobre las diferencias entre el cine y este tipo de series, siempre respondemos que no hemos encontrado demasiadas diferencias.

¿Cómo asumieron la creación del protagonista?

Al igual que en otras ocasiones que nos hemos basado en un personaje real, más allá de la narración cronológica de los hechos que definen su vida, lo que más nos interesó de nuestro protagonista es su dimensión sicológica y, sobre todo, su potencial para hablarnos de algo universal: elpersonaje como vehículo para tratar un tema que esté íntimamente ligado a él, pero que a la vez pueda interpelar a todos los espectadores.

En el caso de Cristóbal Balenciaga, absolutamente todo nos llevaba a hablar de un mismo concepto: la necesidad de control. Para nosotros, todo en él gira en torno a esa necesidad, algo común a todos nosotros, pero que en el caso de él alcanzaba cotas de auténtica obsesión.

Llegados a este punto, es obligada la mención del actor Alberto San Juan.

San Juan fue una opción casi inmediata. Durante el largo proceso de casting, muchos actores abordaban el rol de Balenciaga como si fuera una especie de conde Drácula, rodeado de misterio y encerrado en su castillo. San Juan nos aportó lo que estábamos buscando desde el princio: el factor humano del personaje. Él aporta una gran humanidad a Balenciaga y lo convierte en alguien reconocible, pero siempre rodeado de un halo de enigma.