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JOPUNTUA

Legítima defensa en derecho internacional


La eterna cantinela que utiliza Israel para tratar de justificar la masacre que está llevando a cabo, tanto a nivel de medios de comunicación, como en su defensa ante la corte internacional por la denuncia interpuesta por Sudáfrica, es que su reacción es ajustada a derecho porque actúa en legítima defensa, lo que le exonera de responsabilidad por los crímenes que está cometiendo. Nada más lejos de la verdad. Este concepto está reconocido por el derecho internacional público, pero, obviamente, con unos requisitos, no siendo suficiente la simple alegación por parte del agresor para que pueda apreciarse y ser reconocido como causa de justificación. Igual que ocurre en el derecho penal: no puede justificarse el asesinato a tiros de un ladrón de manzanas desarmado en un terreno propio amparándose en el concepto de legítima defensa. Para que pueda ser tenido en cuenta como causa de exención de responsabilidad se exigen varias condiciones, a saber: inmediatez, necesidad y proporcionalidad, no siendo aplicable cuando el que lo alega haya provocado el ataque, sin que tampoco se pueda infligir más daño del necesario.

A la vista de estos requisitos, es evidente que la actuación de Israel no puede estar amparada. Por un lado, porque ha sido condenado reiteradamente por sus injustos y continuados ataques al pueblo palestino, provocando de esta manera la agresión. Por otro, no puede hablarse de necesidad ni de proporcionalidad, porque el exterminio de una población civil desarmada a base de bombardeos indiscriminados por tierra, mar y aire, destruyendo todo lo que pillan, incluidos hospitales y escuelas, es innecesario para repeler una agresión y es absolutamente desproporcionado el daño que está infligiendo a sus vecinos, so pretexto de acabar con los militantes de Hamás. Todos los habitantes de Gaza y Cisjordania, incluidos los niños, son miembros de esa organización, según la tesis judía.

Si su argumento de actuar en legítima defensa no es de recibo, debe concluirse que su actuación es un crimen contra la humanidad, un genocidio.