Descifrar algunas cifras

Una de las tareas autoimpuestas como reto mayestático para este año bisiesto es comprender en toda su entidad algunas cifras con las que convivimos sin apenas fijarnos en su rotundidad o si acaso no son otra cosa que un dato relativo que poco influye en nuestra existencia. Comprendo que hay que tener una buena calculadora pre-cuántica o una mente privilegiada para entender ciertos porcentajes, especialmente si se refieren a subidas y bajas en la Bolsa.

Los números planos a veces asustan por su contundencia en su expresión minimalista. En el planeta Tierra, en 2023 habitábamos, censados y controlados por la ONU, ocho mil millones cuarenta y cinco mi personas de todas las condiciones, edades, etnias, credos y solvencia económica. Se espera que en dos décadas lleguemos a los nueve mil millones. ¿Qué significan estas cifras para los fabricantes de audífonos? Cuando se introduce en todo discurso político el concepto de sostenibilidad, ¿este dato demográfico global dónde se coloca? Un poco más complejo de entender es que en Tokio vivan treinta y siete millones cuatrocientas treinta y cinco mil ciento noventa y un seres humanos. ¿Cómo se organizan?

Cifras menores. Suspendidas unas oposiciones del Servicio Murciano de Salud a doce plazas de fisioterapeuta por un error de impresión que hizo aparecer ciento quince veces la misma pegunta. Impresionante. A Trump le impone un juzgado una multa de ochenta y tres millones de dólares por difamar a una mujer con la que ya perdió otra demanda por violación. Puede ganar las elecciones en noviembre.