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NFL

Kansas defiende título ante unos 49ers que sueñan con reverdecer su gloria

La Super Bowl celebra mañana en Las Vegas, pasada la medianoche (00.30), su edición número LVIII. El choque tiene aires de revancha, Kansas City y San Francisco se vieron las caras en la final de hace cuatro años, con victoria de los Chiefs por 31 a 20.

Luces brillantes, casinos, coches y anuncios de la Super Bowl dan la bienvenida a Las Vegas. (Candice WARD | AFP)

Dicen que todo es posible en Las Vegas, esa ciudad surgida en mitad del desierto, tierra prometida para los amantes de un tipo particular de ocio, el de las luces de neón, los casinos, las tragaperras y las bodas disfrazado de Elvis.

En su afán por ampliar la oferta tentaron hace unos años a los Raiders, una franquicia histórica de la NFL afincada en Oakland. El anzuelo era un nuevo campo, el Allegiant Stadium, el coliseo que este domingo por la noche, a partir de las 00.30 hora de Euskal Herria, acoge la edición número LVIII de la Super Bowl.

La NHL de hockey hielo fue la primera de las grandes ligas en desembarcar en este páramo, con la creación de los Golden Knights en 2017. Luego llegaron los Raiders (2020), y en 2028 está previsto el traslado de los Oakland Athletics de béisbol (MLB), el equipo de la película “Moneyball”, protagonizada por Brad Pitt. Antes o después le tocará a la NBA.

Pero vayamos al partido que nos ocupa. Kansas City Chiefs, vigente campeón, ha elegido esta vez el camino difícil. Terminaron terceros en la Conferencia Americana (AFC), y tras apear con suficiencia a Miami en la ronda inicial demostraron, en Buffalo primero y en Baltimore después, que no contar con ellos como aspirantes era un error.

Esta será su cuarta Super Bowl en cinco años, un hito solo igualado por los Bills entre 1991 y 1994 -pleno de derrotas- y los Patriots de Brady y Belichick entre 2015 y 2019. Bajo el mando de “La morsa” Andy Reid y con Patrick Mahomes como referente sobre el verde, los de Misuri aspiran a su tercer título en este ciclo, el cuarto en total, lo que les igualaría con Green Bay Packers y New York Giants.

Cuestiones deportivas al margen, los Chiefs han tenido este año una dosis extra de publicidad gracias a la relación sentimental de otra de sus estrellas, el tigh end Travis Kelce, con la cantante Taylor Swift, que el pasado fin de semana conseguía su cuarto Grammy al mejor álbum del año.

La estrella de la música ha sido asidua a la grada de Arrowhead, donde ha celebrado con euforia las victorias del equipo, y la NFL ha aprovechado su tirón para acercarse a nuevas audiencias. Por situarnos, si una estrella del deporte más seguido en EEUU como Kelce tiene 5,6 millones de seguidores en Instagram, Taylor Swift llega a los ¡280 millones de followers!.

EL FACTOR SPAGNUOLO

Junto a Mahomes y Kielce, el running back Isiah Pacheco forma la tercera pata del ataque, aunque los mayores reconocimientos en estos play offs se los está llevando la defensa coordinada por Steve Spagnuolo, capaz de dejar a los temibles Ravens en 10 raquíticos puntos en la final de la AFC.

Mientras Kansas se hace un hueco entre las franquicias más exitosas, San Francisco 49ers se sienta en esa mesa desde los tiempos de Joe Montana. Cinco títulos suman los mineros, logrados entre 1982 y 1995. Desde entonces, dos finales y dos derrotas, la última en 2020, ya con Kyle Shanahan en el banquillo y frente a sus rivales de este domingo. La oportunidad de revancha se sirve en plato frío, cuatro años más tarde. Un sexto Trofeo Lombardi les situaría en lo más alto, junto a New England Patriots y Pittsburgh Steelers.

Como mejor equipo de la Conferencia Nacional (NFC), San Francisco ha contado con la ventaja de no disputar la primera eliminatoria y de ejercer como local en las dos siguientes. Ha sufrido en ambas. Primero tuvo que remontar ante Gren Bay (21-24) y luego repitió guion frente a Detroit Lions, que llegó a ir 24-7 por delante pero terminó doblando la rodilla (31-34).

Mahomes estaba llamado a la gloria de los quarterbacks desde el draft -fue el número 10 de su promoción-, pero los Niners hallaron su pepita de oro en el fango. En 2022 eligieron a Brock Purdy en el puesto 262, el último, una posición que tiene incluso su propio y despectivo sobrenombre, Mister Irrelevant. Pero las lesiones de Trey Lance -número 3 en 2021- y Jimmy Garoppolo le abrieron un resquicio en las puertas del cielo, y él se encargó de reventarlas.

Era la pieza que faltaba para un ataque con el mejor corredor de la NFL, Christian McCaffrey; receptores como Deebo Samuel y Brandon Aiyuk, y un tigh end de primer nivel como George Kittle.

Para quienes gusten del espectáculo del descanso, apuntar que este año la estrella invitada es Usher, cantante que toma el relevo de Rihanna. El cartel es de lo más prometedor, así que toca surtir la nevera para una larga noche. «Rien ne va plus», que diría un croupier del afamado Bellagio.