Protestas contra Macron en un caótico Salón de la Agricultura en París

Emmanuel Macron prolongó hasta 13 horas su visita ayer a una feria agrícola marcada por un inicio caótico por las protestas de agricultores. «Es ridículo que los agricultores hayan actuado con violencia en un salón que es suyo», criticó Macron, que acusó a parte de ellos de estar allí por motivos políticos, vinculados a la extrema derecha.

Antes de la inauguración oficial, cientos de personas encabezadas por agricultores de la Fnsea, de los Jóvenes Agricultores y de la Coordinadora Rural forzaron la entrada al centro de exposiciones de la Porte de Versailles e irrumpieron en el salón principal . Al mismo tiempo, alrededor de las 8:00, Macron hablaba en el primer piso con dirigentes sindicales agrícolas.

Los CRS y gendarmes móviles con cascos y escudos trataron de contener a los agricultores. Durante varias horas, de forma intermitente, los agricultores empujaron el cordón policial que a su vez los hacía retroceder con violencia en el sector dedicado al ganado. Cuando Macron bajó con más de cuatro horas de retraso, para inaugurar el salón, volaron los insultos, gritos y llamamientos a que dimita.

Tras un debate improvisado con representantes sindicales, Arnaud Rousseau (Fnsea) se felicitó por «algunos avances», como la perspectiva de un plan de tesorería para los agricultores en dificultades o el reconocimiento en la ley que la agricultura es de «gran interés general», que podría facilitar la construcción de proyectos de regadío a pesar de la presencia de especies protegidas. «Probablemente tuvimos que pasar por este momento de ira», afirmó.