Grupo mixto

Si pudiera elegir, sin lugar a muchas dudas, me iría en todas las circunstancias al grupo mixto. Tanto en la vida civil como en la política. Allí deben estar todas las singularidades, los rebotes y las porfías. Por otro lado, las cuadrillas mixtas son ya estatutarias. Todo mixturado se convierte en prolífico. Pero estar en un parlamento compartiendo minutado y estamento con otras tantas almas en pena, te puede conferir carácter. Y Ábalos ha decidido pelear por su sueldo y su posición de apestado del actual PSOE le puede repercutir en un tratamiento de excelencia en algunos medios y comederos. Eso sí, le ha hecho un boquete en la línea de flotación a su colega Sánchez y las huestes de la extrema derecha se relamen. Tienen un buen hueso para roer hasta el ridículo. Veremos qué recorrido tiene el asunto en este desabrido contexto.

Los tractores siguen ocupan vías de comunicación terrestre, provocan atascos, gritan consignas, piden y reclaman atención institucional, forman un grupo mixto de ganaderos, agricultores, pequeños empresarios que se muestras propietarios, no se manifiestan los jornaleros ni braceros que son, de verdad, los que trabajan en el campo sin tractores. En mis lugares habituales de aprovisionamiento de viandas no he notado falta de productos. Soy incapaz de calibrar y comparar los precios actuales. Siento que todo es muy caro, pero puede ser un efecto subjetivo de mi situación. Por mucho que intentan contar la cadena de valor desde la semillas a mi horno, no se ve una coherencia para ir incrementando el precio de unas acelgas.