Imanol prioriza el partido del PSG y más al dar por perdido el de Sevilla

El oriotarra alineó un equipo con solo dos jugadores habituales con la vuelta al 4-4-2 y la respuesta a ese planteamiento no pudo ser peor. André Silva marcó antes del descanso y el 3-1 llevó al técnico oriotarra a reservar aún más a los titulares para el martes.

La Real agravó ayer su dinámica negativa y su depresión tras el duro golpe encajado en la semifinal copera ante el Mallorca. Imanol priorizó en su alineación la vuelta de los octavos de la Champions League contra el PSG del martes en Anoeta y luego dio por perdido el partido de Sevilla cuando Sergio Ramos marcó el 3-1 y pensaba dar entrada a más jugadores titulares.

El oriotarra decía antes de viajar a la capital andaluza que había apostado a tope por las tres competiciones, lo que explica el peaje que paga su equipo en los últimos meses por la acumulación de partidos y de lesiones. Sorprendió, cuando en enero priorizó la Copa a la Liga, que ante el Villarreal presentara su mejor equipo en lugar de guardar energías para el partido más importante ante el Mallorca que se jugaba cuatro días después. Además de dar el acceso a una final de Copa, permitía tener con una victoria una plaza en la Europa League y asegurarse la opción de pelear por la Supercopa.

Ayer hizo lo contrario. Priorizó una eliminatoria muy complicada de superar y dio por perdido en el minuto 65 como nunca había hecho un partido que la Real no pudo comenzar peor con trece minutos en los que concedió los dos goles de En-Nesyri y otras tres ocasiones claras en las que él e Isaac superaban a una defensa realista desbordada.

La Real marcó el 2-1 en una jugada aislada antes del descanso que le metía en el partido, pero Sánchez Flores pidió a sus jugadores que volvieran a buscar las debilidades del equipo realista y las encontraron al lograr su tercer gol del partido en una segunda jugada de saque de esquina. Ya van cinco encajados por la Real en corners en los últimos seis encuentros, con cuatro derrotas, la eliminación de Copa ante el Mallorca en los penaltis tras empatar en los 120 minutos de juego reglamentario y una victoria contra el equipo balear contra diez en Liga en el tiempo añadido, la única de los últimos nueve encuentros.

El equipo blanquiazul no mejora en ataque, solo marcó de penalti André Silva tras una mano de Sergio Ramos y con una falta directa de Brais Méndez en los minutos finales de cada tiempo, y ha empeorado demasiado en defensa. Y ayer ni compitió, que era lo que le salvaba pese al mal momento.

UN ONCE EXPERIMENTAL

Imanol presentó un once experimental que no respondió bien. Cambió a seis de los diez jugadores de campo alineados de salida ante el Mallorca -solo repitieron Zubeldia, Zubimendi y los dos primeros sustituidos, André Silva y Zakharyan- y apostó por un 4-4-2, con el portugués y Sadiq en punta y Olasagasti en ataque muy adelantado, muchas veces a la altura de los dos delanteros.

En defensa retrasaba su posición para encargarse de Soumaré y Zubimendi intentaba ayudar a los centrales con los dos delanteros sevillistas, que les crearon muchos problemas en los primeros trece minutos.

Luego la Real tomó el pulso al partido, acabó el primer tiempo con un 69% de la posesión de balón y consiguió recortar la desventaja con el primer gol de André Silva en Liga en un penalti que provocó la mano de Sergio Ramos.

Imanol empezó a recurrir a titulares para intentar empatar con Brais y, cuando ya estaban preparados para entrar Merino y Traoré, Sergio Ramos marcó el 3-1 y le dijo al navarro que no iban a jugar para reservar energías para el martes y retiró a Zubimendi y André Silva. Isaac pudo marcar el cuarto gol, pero el Sevilla se relajó y permitió a Brais poner en el marcador un engañoso resultado final que agrava una situación que solo una proeza ante el PSG permitirá superar.