GARA Euskal Herriko egunkaria
1984

113 tiros por un lado, ninguno por el otro y cuatro muertes impunes

Tres de las cuatro siluetas pintadas en el lugar de los hechos en recuerdo a los miembros de los CCAA acribillados en la bahía de Pasaia. (Andoni CANELLADA | FOKU)

Hicieron falta 36 años para que la verdad de la masacre de Pasaia fuera reconocida oficialmente, al menos desde Lakua. Ocurrió en 2020. Y, sin embargo, aquella misma madrugada, con una edición cerrada a las 2.00, los elementos principales ya estaban en las páginas de “Egin”.

La portada de aquel 23 de marzo de 1984 tiene una composición peculiar. En el texto de apertura no hay foto, seguramente porque nadie podía esa noche acercarse a ese punto de la bahía de Pasaia. Pero sí tiene un texto amplio e inquietante: en él, las cuatro muertes a tiros producidas horas antes ya apuntan mucho más a una emboscada policial que al «enfrentamiento» que intentaba recrear la nota policial.

Todo se había desencadenado caída ya esa noche entre invierno y primavera. Quienes se acercaron a esa zona de la bahía, unos cientos de metros más allá de las últimas casas de Donibane, rumbo al faro, vieron un potente despliegue policial, con agentes en varias zodiac. Y escucharon gritar a una mujer «los habéis matado a todos». Rosa Jimeno, relacionada con el comando, había sido secuestrada policialmente días antes y fue usada como cebo para la operación.

Bien pudieron detener a José Mari Izura Pelu, Pello Isart Pelitxo, Rafael Delas Txapas y Dionisio Aizpuru Kurro, pero acabaron acribillados. Y no es una figura retórica, sino el resumen crudo de la masacre: en el cuerpo de Aizpuru había 38 orificios de bala, en el de Badiola 28, igual que en el de Izura, y el que «menos» impactos sufrió, Delas, tenía 21.

El entonces gobernador civil de Gipuzkoa, Julen Elgorriaga, afirmó que «era gente acostumbrada a matar y la Policía hizo lo que debía hacer». “Abc” intentó añadir épica a la patraña: «Los terroristas, sorprendidos por las luces y los gritos, vaciaron los cargadores de sus pistolas en dirección de las voces. La respuesta de las Fuerzas de Seguridad fue inmediata (...). La Policía, naturalmente, repelió la agresión».

DE LOS TESTIGOS A MERINO

La edición de “Egin”, por contra, ya apuntaba lo que tardaría 36 años en certificar un informe de la UPV-EHU para el Ejecutivo de Lakua. La información de urgencia no se cerró hasta las 2.00 del día 23, cuando acababan de recuperarse los dos cadáveres caídos al agua tras un fusilamiento en toda regla, según detallaría años después el único superviviente, Joseba Merino, tras salir de prisión [entrevista en GARA en 2014]. Los vecinos remarcaban la amplia presencia policial en la zona y cómo una pareja que solía pasear por allí había sido detenida una hora antes para impedirle ver (aunque no oír) lo que terminaría ocurriendo.

Al día siguiente, 24 de marzo, más conclusiones apabullantes contra la versión oficial. Resultó que nadie había oído disparos cruzados, sino solo un ametrallamiento en varias fases. Tampoco voces que dieran el alto a los miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas. «Los testigos desmienten la versión del gobernador», titulaba en portada “Egin”. El dato no dejaba lugar a dudas: 113 disparos por un lado y ninguno por el otro, curioso enfrentamiento.

Había más detalles indirectos reveladores. Radioaficionados habían escuchado con estupor esa noche el mensaje que se había colado en sus ondas: «Dar aviso al cuartel de Guadalajara de los GEOs de que la operación ha sido un éxito». «En el cuartel un brindis, esta vez fueron cuatro», cantaría poco después Barricada, el grupo de la Txantrea, de donde eran Izura y Delas.

Otro dato en las mismas páginas: al hermano de Delas le habían llamado por teléfono horas después para preguntarle si estaba viendo las noticias en la tele y añadir: «Ya ves que prometemos lo que cumplimos». En comisaría, donde estaba detenido meses antes, le habían amenazado con matar a su hermano entonces huido.

De modo algo ambiguo, un libro de memorias del dirigente del PSOE José Bono vino a asumir la acción como auténtica guerra sucia. «Una noche, cuando los asesinos [de Enrique Casas] cruzaban el Bidasoa con una zodiac, encontraron su merecido», dejó escrito. Por contra, el jefe de Intxaurrondo, Enrique Rodríguez Galindo, lo negó hasta el final: en sus memorias publicadas en 2006 insiste en que «se resistieron y se produjo un duro intercambio de disparos».

La matanza fue quedando semienterrada en la espiral del conflicto, sin más huella que el recuerdo anual a los fallecidos y las siluetas que los recuerdan en las rocas de la bahía. Y por supuesto, ha seguido impune: el sumario se cerró en unos meses y no se reabriría ya hasta 2000 por iniciativa del Ayuntamiento de Azpeitia, sin llegar a ninguna imputación.

Fue ya en marzo de 2020 cuando llegó un informe oficial, aunque no se trate de una sentencia judicial, que reconoce la realidad de los hechos. No sin polémica, ya que no fue presentado oficialmente ni se informó de ello a las familias; Lakua alegó que se publicó justo llegada la pandemia.

Lo importante es que en él se reconoce que la verdad asiste a las familias, a los testigos y a “Egin”, no a la Policía, a Elgorriaga ni a “Abc”. El resultado de las autopsias, la inexistencia de prueba alguna de que los fallecidos dispararan o las contradicciones entre el relato oficial y los elementos objetivos llevan a concluir «abrumadoramente» que aquel 22 de marzo en Pasaia se produjo una «ejecución extrajudicial».



[2006] Su-eten iraunkorrak 2005-2007ko prozesua ikusarazi zuen

ETAk su-eten iraunkorra iragarri zuen, adierazpen labur baten bitar-tez, 2006ko martxoaren 22an. «Euskal Herrian prozesu demokratikoa bultzatzeko» helburuarekin lotu zuen erabakia.

Eguerdian hartu zuen hitza ETAk, zenbait hedabideri bidalitako bideoaren bidez. Aurreko hilabeteetan oso bestelako eremuetatik iristen ziren seinaleek aditzera ematen bazuten ere urrats esanguratsu hori iristear egon zitekeela, eguna heldu zenean, euskal jendarteak itxaropenez beterik ospatu zuen iragarpena.

ETAko hiru kidek kamera baten aurrean plazaratu zuten adierazpenak oihartzun handia izan zuen. Biharamunean, su-etena aldarrikatzeko arrazoietan sakondu zuen ETAk. Izan ere, GARAk erakunde armatuaren bigarren adierazpen bat argitaratu zuen, xehetasun gehiago eskaintzen zuen adierazpena, hain zuzen.

Egun berezia izan zen 22ko hura. Eguerdian ETAren bideoa zabaldu ostean, martxan jarri zen arratsaldean bertan Euskal Herrian barna GARAk banatu zuen 16 orrialdeko edizio berezia. 2005tik 2007ra luzatu zen prozesu amaieran gako denak eskaini zituen 64 orrialdeko argitalpen berezi batean.